e acuerdo con las cifras de Balanza de Pagos del Banco de México, el balance externo del país se saldó en 2018 de la siguiente forma: Un déficit en Cuenta Corriente de -22.2 mil millones de dólares, 14.4% mayor al registrado en 2017, y otro marginal de -65 millones en la Cuenta de Capital, ambos financiados con una entrada neta de recursos externos en la Cuenta Financiera por 35.9 mil millones. Por diferencia, los 13.7 mil millones restantes integran la cuenta de ajuste Errores y Omisiones (Gráfico 1).

Cuenta Corriente.- En 2018 el país vendió bienes y servicios al exterior por 525.4 mil mdd, y compró por 547.6 mil mdd, dando así el déficit de -22.2 mil mdd.

Por subcuentas, la balanza de mercancías registró un déficit de -13.9 mil millones (26.3% mayor al de 2017), la de servicios de -8.7 mil (-11.3% inferior) y la de renta de -32.3 mil millones (14.2% más que en 2017). La balanza de transferencias (básicamente remesas de los migrantes) es la única con superávit de 32.7 mil millones (10.1% más que en 2017) (Gráfico 1).

En el sexenio 2013-18 el déficit acumulado en Cuenta Corriente ascendió a -152.9 mil mdd, siendo con mucho el mayor de los últimos seis sexenios (Gráfico 2).

Las remesas que los emigrantes mexicanos envían a sus familias, continuaron su ascenso en 2018 totalizando 33.4 mil millones de dólares para un acumulado sexenal de 161.5 mil millones de dólares.

Cuenta financiera.- El saldo total de esta cuenta indica que en 2018 entraron al país capitales foráneos netos (descontando las salidas de capital mexicano al exterior) por 35.9 mil millones de dólares (Gráfico 1). En el cuadro el signo (-) indica que se debe.

Cabe destacar que en el año salieron 13.7 mil mdd de capital mexicano a invertirse o depositarse al exterior (Gráfico 3). En acumulado del sexenio (2013-18) esta salida fue de 164.3 mil millones de dólares (51.4 mil m de inversión directa y 112.9 mil millones de inversión financiera).

Para poner estas cifras en perspectiva, los 164.3 mil mdd que mexicanos sacaron para invertir/depositar en el exterior (una fracción de los cuales puede tener justificación económica pero no la mayor parte), es más de lo que los migrantes ingresaron al país en el mismo período (161.5 mil millones), también que los ingresos por turismo/viajeros (111.4 mm), que el pago de intereses por préstamos externos (123.4 mm), y es cifra cercana a los 188 mil millones que ingresaron al país por ventas petroleras (Gráfico 4). De haberse invertido/depositado aquí, el déficit sexenal de la Cuenta Corriente (153 mil m) no existiría.

Urgen pues acuerdos, medidas y compromisos para arraigar en lo posible esos recursos vitales para inversión en el país.

También apremia, en otro orden, definir medidas de alto impacto a corto plazo como elevar el autoabasto de productos agropecuarios (en 2018 importamos 27.1 mil mdd), pues estando ya muchas siembras en puerta aun no se establecen reglas básicas (que no requieren inversiones ni subsidios) como precios internos de garantía o de referencia acordados para todos los productores de básicos (maíz, frijol, trigo, leche, sorgo,...) negociados con los grandes intermediarios para no impactar los precios finales al consumidor .

En la vorágine del cambio que para bien estamos viviendo, muy conveniente sería priorizar lo que es factible de ajuste y mejora en lo inmediato, y darle un espacio a la planeación firme para los grandes proyectos de inversión.

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