El Congreso del Trabajo (CT) conmemoró el Día del Trabajo con una desangelada concentración en el Zócalo capitalino, a la que no asistieron los principales líderes del corporativismo. Hubo tibios señalamientos sobre la situación de los trabajadores y el reclamo más fuerte fue contra la desaparición de las juntas de conciliación y arbitraje, propuesta en la reforma de justicia cotidiana, porque ‘‘se acabará el tripartismo’’.

Los trabajadores debieron firmar su asistencia. Con uniformes nuevos y lunch en mano, prácticamente no escucharon los mensajes y sólo se animaron con la orquesta que llevó el Sindicato Único de Trabajadores de la Música o haciendo sonar matracas y tambores.

El secretario de la Federación de Trabajadores Asalariados y no Asalariados (sic), Amador Monroy, reconoció que a los trabajadores ‘‘nos está yendo peor que hace 10 o 20 años’’, y agregó que ‘‘ya es tiempo de que quienes nos decimos representantes sindicales nos apliquemos a defender los derechos de los obreros’’.

Por la Confederación de Trabajadores de México (CTM), el secretario de acción política, Fernando Salgado, indicó que los trabajadores muertos en la explosión en la Planta Clorados III, de Coatzacoalcos; los de Pasta de Conchos, o los afectados por el cierre de Mexicana, ‘‘son ejemplo de que el error, la indolencia o la corrupción han terminado cobrando la vida de muchos compañeros’’.

Señaló que en el país los salarios han perdido más de 70 por ciento del poder adquisitivo, la desigualdad marca y lastima cada día a México, la mujer gana en promedio 22 por ciento menos que los hombres y el trabajo infantil es el mayor ejemplo de injusticia.

Con banderas de los sindicatos del Metro, de la Secretaría de la Salud, del Issste, las confederaciones Obrera Revolucionaria, la de Trabajadores y Campesinos, entre muchos otros gremios, los sindicalizados lanzaban confeti y estaban pendientes de un dirigible que rodeaba el Zócalo. Incluso silbaban a los dirigentes que más tardaban en su discurso.

El mitin concluyó con el discurso de David Téllez, secretario de organización de la Confederación Obrera Mexicana. ‘‘¿Quién es?’’, preguntó un trabajador. ‘‘No vinieron los meros meros; esos se fueron a Los Pinos, con Peña’’, le respondió un compañero.