Fobaproa petrolero
La reinvención de TvAzteca
El rumor sobre la quiebra de HSBC
El renacido, cachetada fílmica a Trump
Iñárritu, Lubezki, Di Caprio
Spotlight, como en México
Que resuene hasta el Vaticano
Pemex: terapia intensiva
Pérdida: 521 mil millones
Fisco asfixia al consorcio
El dilema Uber
Prepotencia de influyentes
La policía, rebasada
Lo que busca Arne
Lígulas y camotes
a Unión Nacional de Técnicos y Profesionistas Petroleros (Untypp) presentó en días pasados una denuncia ante la Auditoría Superior de la Federación (ASF) de la Cámara de Diputados por la desaparición de 271 mil 751 millones de pesos que habrían debido destinarse al Fideicomiso de Cobertura al pasivo Laboral y de Vivienda (Ficolavi) de los trabajadores de la hasta hace poco paraestatal Petróleos Mexicanos. Con el paso de los años esa suma habría debido incrementarse en forma significativa por las aportaciones de la empresa y de los trabajadores, así como por la generación de réditos.
Hay pruebas de las imputaciones a Luis pazos
l ex diputado Luis Pazos envió una carta para referirse al texto publicado en la edición dominical de La Jornada. En la misiva publicada ayer afirma que no hay pruebas de su responsabilidad en la asignación de recursos a Provida en el presupuesto federal 2003, cuando él presidia la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública.
l doctor Carlos Beristain ejerce múltiples oficios inusuales, relacionados todos con el dolor nacido del abuso y la injusticia. Él es, al mismo tiempo, terapeuta de tragedias colectivas, escriba riguroso de memoriales de agravios, mediador en procesos de paz, defensor de derechos humanos, acompañante de víctimas de la violencia y la tortura, espantamiedos, sanador de heridas de guerra no cicatrizadas y especialista en salud mental.
unca como ahora el futuro de América Latina está tan abierto. Hemos pasado por un momento, especialmente en los anos 1990, en que la historia del continente parecía congelada. Se imponía un modelo de forma avasalladora, que pretendía invertir y cerrar ciclos históricos que apuntaban en otra dirección. Ya no más desarrollo económico, sino equilibrio fiscal. Ya no más distribución de renta, sino concentración en manos de los más competentes. Ya no más derecho, sino concurrencia en el mercado. Nunca más Estado, sino empresas.
os son los magnos problemas que la humanidad debe resolver a mediano plazo para evitar el colapso: los tremendos impactos que ocasiona y continuará ocasionando sobre el equilibrio ecológico del planeta, y la vergonzosa desigualdad social que alcanza ya su máximo histórico. Lo anterior supone una transformación civilizatoria
que será ejecutada por millones de ciudadanos dotados de una conciencia cósmica o planetaria
organizados no para tomar el poder sino para construirlo desde abajo. Toda idea, propuesta, solución, tecnología, creencia e institución que se abstenga, obstruya o se oponga a esas dos necesidades, a esos dos requisitos para la supervivencia humana y de su entorno, terminará desplazada por la urgencia de la crisis. Las grandes religiones monoteístas e imperiales de hoy no serán la excepción. La crisis civilizatoria pondrá también a prueba, en más de un sentido, a las religiones del mundo.
abría que suponer que en una república democrática, la creación de su constitución debería reflejar la voluntad popular, si entendemos que esa constitución sentará las bases normativas de las relaciones sociales y políticas de la comunidad sobre la que va a regir.
a revisión a la cuenta pública de 2014, dada a conocer hace unos días por la Auditoría Superior de la federación (ASF), constituye una radiografía precisa de la corrupción monumental que caracteriza al gobierno de Enrique Peña Nieto. Aunque para cubrir el hueco causado en la renta petrolera por la privatización y por la caída de los precios del crudo el régimen se ha ensañado en el incremento de impuestos a las grandes mayorías, durante 2014 el Sistema de Administración Tributaria dejó de cobrar o devolvió (http://is.gd/hG50Mt) más de 1.2 billones de pesos (7 por ciento del producto interno bruto) a un puñado de grandes empresas. No es momento de reducir los impuestos
, dice Luis Videgaray (http://is.gd/by0lFe), refiriéndose, claro, a asalariados, profesionistas, pequeños comerciantes y otros ciudadanos de a pie, mientras favorece con devoluciones en efectivo, exenciones y créditos fiscales a los capitales a los que rinde cuentas el peñato. Por estos días se anunció un recorte de más de cien mil millones de pesos al presupuesto de Pemex –lo que se traducirá en una reducción en la producción de cien mil barriles diarios– (http://is.gd/AFyG7k). De manera coincidente, la ASF recibió la denuncia de un fraude por caso el triple de esa suma (271 mil 751 millones, para ser precisos) al Fideicomiso de Cobertura al Pasivo Laboral y de Vivienda (Ficolavi) de los trabajadores petroleros (http://is.gd/6Asx0j).
penas transcurrieron tres meses desde que fue aprobado el Presupuesto de Egresos de la Federación, cuando llegó el anuncio de un ajuste preventivo
en el gasto público de 2016, el cual implica una reducción de 132 mil 301 millones de pesos. Las razones de este nuevo recorte (uno semejante ocurrió el año pasado) fueron atribuidas a factores externos, entre ellos la caída en el precio del petróleo y la depreciación del peso frente al dólar. Este ajuste –anunciado conjuntamente por el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, y el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens– busca mantener la estabilidad macroeconómica del país, pero afecta de manera importante a distintas áreas del quehacer nacional, y las actividades científicas y tecnológicas no son una excepción.
ay autores que durante largo tiempo fueron para generaciones sucesivas, compañía de lectura cotidiana por encarnar, (siempre es un decir) la novedad del momento
. En mis tiempos de joven fueron dos: Roland Barthes (1915-1980), quien murió atropellado por una furgoneta justo enfrente de La Sorbona, y Umberto Eco, de personalidad y talante muy distinto, antes que nada semiólogo y profesor en la Universidad de Bolonia, ampliamente conocido como ensayista antes de la aparición de su novela estrella, El nombre de la rosa (1980), llevada al cine por Jean Jacques Annaud, en 1986.