Miguel Sarre, quien fuera hasta la semana pasada candidato del gobierno de México para integrar el Comité contra la Tortura de Naciones Unidas (CAT), informó que estudia los procedimientos legales para retirar del proceso de elección la nueva propuesta de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) para ese cargo, que de último minuto recayó en el ex embajador Claude Heller.

Mi caso no tiene remedio, en tanto que ya no se pueden cambiar las candidaturas, porque hicieron el movimiento el último día para el registro, eso no se puede cambiar. Lo que se puede hacer ahora es retirar la candidatura (de Heller). Y ahí estamos indagando los procedimientos legales para lograrlo, porque el gobierno mexicano no es el dueño del Estado mexicano, dijo en entrevista, tras subrayar que en ninguna parte hay evidencia de que el ex embajador sea experto en derechos humanos, como reclama el puesto en Naciones Unidas.

La cancillería justificó esta decisión, al señalar que el gobierno de México considera que Claude Heller tiene el perfil y la trayectoria adecuados para dar viabilidad a la candidatura para fungir como experto en el CAT, ya que cuenta con una vasta y diversa experiencia en derechos humanos, en particular en órganos especializados tanto universales como regionales en la materia.

Agrega que el gobierno de México toma en cuenta los perfiles de los candidatos y las circunstancias parlamentarias de cada órgano de que se trate para evaluar estas postulaciones. A lo largo de muchos años, el gobierno de México ha acreditado su interés por presentar candidaturas que reflejen una amplia diversidad e inclusión de perfiles, en aras de incorporar a personas con experiencia tanto en la esfera gubernamental, como en la esfera académica y de la sociedad civil.

Sin embargo, Javier Urbano, internacionalista de la Universidad Iberoamericana, calificó como torpe el procedimiento utilizado por la cancillería para quitar a Sarre. Hay que ver este cambio en el contexto de una reacción a la polémica suscitada por el informe del relator especial de la ONU para la tortura, Juan Méndez, quien dijo que la tortura en México es una acción generalizada. Sarre ha permitido una visión crítica sobre la situación del país en ese tema, por más que al gobierno de México no le guste.

Agregó que si el interés del gobierno mexicano es quitar a una persona que con toda su honestidad no sabotea informes críticos a México, pues el mensaje es pésimo, lamentable.

El pasado 28 de abril, Sarre fue postulado por el gobierno de México ante el CAT; sin embargo, el martes de la semana pasada el coordinador de asesores del canciller, Carlos Pérez-Verdía, le informó telefónicamente que había un cambio de política en la SRE, pues de ahora en adelante serían embajadores en retiro quienes ocuparían los espacios en el sistema de la ONU.