Ante la apertura en la venta de gasolinas y diésel en 2018 se necesita revisar el gravamen que existe sobre los petrolíferos para transitar al nuevo sistema de precios con otro impuesto especial sobre las gasolinas que estará en función de las fluctuaciones de mercado, planteó el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).

Recordó que actualmente el precio de venta al público y el de ingreso a Petróleos Mexicanos (Pemex) se debe, principalmente, a que éstos no se determinan según los movimientos de los mercados internacionales, sino que son parte de la lista de precios y tarifas de los bienes y servicios administrados por el gobierno federal.

Por ello, el CIEP consideró que se tendrá que realizar un cambio al impuesto especial sobre productos y servicios (IEPS) federal y posteriormente diseñar un impuesto que reduzca las externalidades negativas para las finanzas públicas.

Actualmente el precio de venta al público de los hidrocarburos se integra por el de ingreso a Pemex, el IEPS federal, el margen comercial para las gasolineras, el IEPS por cuota de combustibles fósiles, el impuesto al valor agregado (IVA), mermas del precio público y el IEPS estatal.

Informes oficiales señalan que del primer cuatrimestre de 2014 al primer cuatrimestre de 2015, el IEPS de gasolinas y diesel pasó de un gasto fiscal de (-) 11 mil 32 millones de pesos a una recaudación de 78 mil 679.9 millones de pesos.

Este impuesto está conformado por dos elementos: el IEPS federal y el estatal. El incremento que ha tenido este ingreso se debe particularmente a lo recaudado por el IEPS federal, que era antes un gasto fiscal para el gobierno. Sin embargo, ante la caída de la cotización del crudo internacional y la consecuente disminución del precio de las gasolinas de referencia que adquiere Pemex, el IEPS federal recaudado por litro de gasolina ha pasado de ser un gasto fiscal a un ingreso del gobierno.

Si se analiza el comportamiento del precio de venta al público contra el de ingreso a Pemex existe una diferencia entre los dos precios: uno va a la alza (precio de venta al público) mientras que el otro va en la misma dirección que el precio internacional de los hidrocarburos de referencia.

Explicó el CIEP que esta diferencia entre el precio de venta al público y el de ingreso a Pemex se debe, principalmente, a que son parte de la lista de precios y tarifas de los bienes y servicios de la administración pública federal.

La fijación de los precios obedece al objetivo de mantener el precio relativo constante para el usuario final de las gasolinas. Esto permite que los choques internos y externos de la economía no tengan un efecto en la volatilidad de estos precios y, por el contrario, sigan ajustes paulatinos asociados solamente a la inflación interna.

Los especialistas del CIEP señalaron que se necesita revisar el gravamen que existe sobre los petrolíferos, para empezar a cuestionarnos sobre la aplicación de un nuevo impuesto especial sobre las gasolinas que estarán en función de las fluctuaciones de mercado.