Opinión
Ver día anteriorSábado 14 de febrero de 2015Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Noticias buenas, malas y manipuladas
A

unque usted no lo crea, en la ciudad de México hay buenas noticias, las cuales nos pasan a veces desapercibidas porque las oscurecen los cortinajes de otros acontecimientos más destacados por los medios, como crímenes, accidentes fatales, desalojos de calles, encapsulamientos, nudos de tránsito y árboles tirados por los vientos de febrero loco. Pondré dos ejemplos que me interesan: uno personalmente (ya no me cuezo al primer hervor) y otro por el futuro de niños y jóvenes citadinos, muchos de ellos tendrán al menos la oportunidad de no ser catalogados como ninis.

La primera de estas noticias, que pasó casi desapercibida, es que mediante el Programa de Adultos Mayores, quienes cuenten con la edad requerida y tengan su tarjeta de pensión alimentaria otorgada por el Instituto para la Atención de los Adultos Mayores, podrán obtener créditos con interés mínimo, mucho más bajo que los que rigen en el mercado y sin fiador, hipoteca o aval; los pagos, bien calculados para que no afecten la economía de los beneficiados, se descontarán de sus pensiones alimentarias, que se cobran por medio de las tarjetas que la gente llama todavía de López Obrador.

Ya cuentan gracias a esas tarjetas, con una pensión pequeña, pero siempre puntual, que no carga el gasto del Gobierno del Distrito Federal con pesadas burocracias y con cuyos beneficios contribuyen a la economía familiar; ahora tendrán derecho a un crédito, que sin duda les servirá para alguna emergencia, unos lentes, por ejemplo, consultar un dentista o ¿por qué no? para darse un gusto o unas vacaciones no muy caras. El pago queda asegurado porque se carga directamente y en caso extremo se cubre con un seguro colectivo; esto es lo que ya se anunció y que seguramente será precisado en fecha próxima.

La otra buena noticia es que la Secretaría de Desarrollo Social de la capital anunció el otorgamiento de 25 mil becas educativas de niños que requieran un apoyo para estudiar y sus familias se encuentren en situación precaria; la idea es muy buena y el Gobierno del Distrito Federal demuestra que mantiene la línea política que busca emparejar los grandes abismos sociales entre los muy pobres y los muy ricos, con programas bien pensados, que ayudan directamente a quienes están en situación de pobreza, pero que son también inyecciones de dinero circulando abajo, lo que activa sanamente la difícil economía urbana. No por nada la capital del país se encuentra siempre en una situación menos vulnerable que la del resto de las entidades federales.

Estas noticias no reciben por supuesto la atención reiterada de la televisión o de la radio, se publican una sola vez y casi ocultas; desde luego con algunas excepciones como es el caso de La Jornada, pero siempre con la tendencia general a opacar lo bueno que sucede entre nosotros y destacar sólo lo negativo.

Hace unos días vimos y oímos hasta el cansancio como, con helicópteros, escudos y hasta extintores las policías federal y capitalina, lograron que los maestros de Oaxaca que se manifestaban pacíficamente en el Distrito Federal, no fueran tan despacio por Reforma y se retirarán rápidamente. Fue un gran triunfo, según los comentaristas del sistema. Llegan los maestros, exigen que les paguen lo que les deben, que los escuchen y los atiendan y los medios oficiales y oficializados se esfuerzan en destacar las molestias y daños que su presencia pueda ocasionar y se olvidan por completo de las razones por las que están aquí.

Nuevamente, los voceros del sistema, los paniaguados del gobierno federal, no ven las buenas noticias de la ciudad y sólo destacan marchas, plantones y tránsito vehicular obstruido, y los propios ciudadanos, supliendo la falta generalizada de objetividad, son quienes deben comunicar lo que realmente sucede, por los medios alternativos y por los pocos periódicos y programas radiofónicos que conservan libertad y dignidad.