brutal y atroz, afirmó ayer el presidente Barack Obama. En la imagen, un imán participa en el entierro de uno de ellosFoto Ap
Sábado 14 de febrero de 2015, p. 22
Chapel Hill
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, calificó el viernes a la muerte de tres jóvenes musulmanes en Carolina del Norte como "asesinatos brutales e indignantes" y dijo que nadie en su país debería ser víctima de hechos violentos por su religión.
El comunicado de Obama se produjo en momentos en que el Departamento de Justicia dijo que se uniría a la investigación preliminar de la Oficina Fedearl de Investigaciones (FBI) para determinar si el hombre acusado del hecho, ocurrido el martes, violó alguna ley federal, incluida la de delito motivado por el odio.
"Nadie en Estados Unidos debería ser objeto de violencia por quién es, cómo se ve o sus creencias", sostuvo Obama en un comunicado, en el que ofreció sus condolencias a las familias de las víctimas.
Las familias pidieron al mandatario que insistiera en que las autoridades federales investiguen si Craig Stephen Hicks, de 46 años, actuó por odio religioso.
Hicks está acusado de asesinar a Deah Barakat, un estudiante de odontología de 23 años; su esposa Yusor Abu-Salha, de 21 años; y su cuñada Razan Abu-Salha, de 19 años.
La policía incautó más de una decena de armas de fuego y gran cantidad de municiones en la casa de Hicks, reportó la cadena WRAL.
El caso ha atraído atención internacional y generado vigilias, así como la creación de la etiqueta de Twitter #MuslimLivesMatter (Las vidas musulmanas importan), mientras defensores del islam en Estados Unidos han expresado preocupación por el reciente aumento de las amenazas contra sus comunidades.
El jueves, el presidente de Turquía, Tayyip Erdogan, dijo en México que Obama debía tomar una posición sobre el asesinato.