Kiev.

Intensos combates se registraron ayer en el este de Ucrania entre tropas del gobierno ucranio y separatistas pro rusos, los cuales dejaron saldo de al menos 26 muertos, un día después de que se firmó un acuerdo de paz en Minsk, capital de Bielorrusia.

El viceministro de Defensa ucranio, Petro Mekhed, dijo que las fuerzas rebeldes buscan apoderarse de Mariupol y Debaltsevo, localidades bajo control del gobierno, antes de que sea implementado el acuerdo de cese el fuego que comenzará a regir a partir de las primeras horas del domingo.

Los insurgentes responsabilizaron a las tropas ucranias de atacar sus posiciones en las ciudades de Lugansk, Donietsk y Gorlovka, principales bastiones rebeldes.

Los combates fueron particularmente intensos en Debaltsevo, nudo ferroviario que une las dos principales zonas rebeldes, donde los separatistas utilizaron cohetes y artillería para atacar a las fuerzas del gobierno, las cuales mantienen la ciudad en su poder.

Según la agencia noticiosa Interfax-Ucrania, el viceministro de Defensa ucranio, Petro Mekhed, dijo que los separatistas se propusieron izar su bandera sobre Debaltseve y la ciudad portuaria de Mariupol a más tardar el domingo.

El batallón de Donbass, unidad de la guardia nacional que participa en batallas en torno de Lohvynove, informó en un comunicado que combatientes capturados confirmaron la presencia activa de tropas rusas en los enfrentamientos.

El presidente ucranio, Petro Poroshenko, acusó a Rusia de seguir en el este de Ucrania. Desgraciadamente, tras los acuerdos de Minsk, la operación ofensiva de Rusia aumentó significativamente.

Estados Unidos volvió a acusar al gobierno de Vladimir Putin de seguir desplegando armas pesadas en el este de Ucrania. Estamos muy preocupados por la continuación de los combates y por informes sobre tanques y sistemas de misiles suplementarios que llegaron en días recientes, declaró la vocera del Departamento de Estado, Jennifer Psaki.