Culiacán, Sin.

El hallazgo de 60 cadáveres en un crematorio abandonado en la carretera Cayacao-Puerto Marqués, en Acapulco, Guerrero, es reflejo de la descomposición social que se vive en el país, provocada por la forma de gobierno instaurada por la mafia en el poder, afirmó Andrés Manuel López Obrador.

El dirigente del partido Morena dijo en Guamúchil, cabecera municipal de Salvador Alvarado, que este hallazgo representa un nuevo golpe al presidente Enrique Peña Nieto, pero expresó que esperará a que las autoridades amplíen más información sobre lo sucedido, porque sólo dieron a conocer el hecho, no detalles.

Esa manera desalmada de asesinar indica que hay una crisis moral profunda en el país, y eso se fue provocando por la ambición de los malos gobernantes, que se han dedicado a saquear al país; ellos son los responsables: (Carlos) Salinas, (Ernesto) Zedillo, (Vicente) Fox, (Felipe) Calderón, Peña Nieto, toda la mafia del poder, sostuvo el ex jefe de Gobierno del Distrito Federal.

Contra López Valdez

López Obrador encabezó actos públicos en Culiacán. Ante cientos de personas reunidas frente al quiosco, junto a catedral, criticó al gobernador de Sinaloa, Mario López Valdez –quien llegó al poder respaldado por el PAN, PRD y PT luego de haber renunciado al PRI–, quien los “traicionó para regresar al tricolor. El mandatario estatal decepcionó las esperanzas de un cambio democrático”, afirmó.

Al criticar la propuesta de construir un hospital en Mazatlán y otro en Culiacán bajo la figura de asociaciones público-privadas, dijo que López Valdez “es un ratero que le apuesta a hacer negocios con empresarios, aprovechando el poder que tiene, y seguramente tendrá su mochada con estos dos proyectos de inversión, cuyos beneficiarios son Hipólito Gerard, cuñado de Carlos Salinas de Gortari, y Olegario Vázquez Raña”.

Añadió que no está en contra de que se construyan esas obras, sino que se beneficien los servidores públicos aprovechando sus puestos e hipotecando los ingresos del gobierno durante tantos años.

Ojala y se detenga en definitiva esa operación, que se hagan los hospitales, pero no con ese mecanismo de financiamiento costosísimo, más de 3 mil millones (pesos) por hospital, cuando un hospital de esos cuando mucho cuesta 500 millones, indicó.

En México, criticó, “ya se elevó a rango supremo el soborno, el moche. No debe permitirse (la edificación de esos nosocomios), es un robo”, manifestó.