El comisionado nacional de seguridad, Monte Alejandro Rubido García, sostuvo que las investigaciones en torno al hallazgo de cadáveres y fosas clandestinas en Guerrero son responsabilidad de la autoridad estatal.

Rechazó que los 60 cadáveres localizados en un crematorio abandonado de Acapulco estén relacionados con el caso Ayotzinapa. Expuso que la hipótesis es que se trata de un fraude cometido por los propietarios de ese negocio: recibían los cuerpos, pero no los cremaban y entregaban a los familiares otro tipo de cenizas.

El comisionado detalló que la indagatoria está a cargo de la Procuraduría General de Justicia de Guerrero, al igual que en el caso de las fosas clandestinas localizadas hasta el momento.

De todas ellas hay una investigación de la autoridad ministerial, particularmente en las osamentas halladas en mayo, en Iguala. Agregó que de acuerdo con lo datos más recientes, en las fosas de Pueblo Viejo, tres cuerpos habían sido reconocidos y reclamados.

Rubido García recalcó que las investigaciones que derivaron en la localización de las fosas, principalmente en Pueblo Viejo, fueron posteriores al 26 y 27 de septiembre, cuando desaparecieron los 43 normalistas de Ayotzinapa,

Por separado, el dirigente nacional del PRI, César Camacho Quiroz, aseguró ayer que el hallazgo de 60 cuerpos en un crematorio abandonado de Acapulco demuestra la ineficacia de gobiernos que tuvieron a su cargo el cuidado, la seguridad y la procuración de justicia en Guerrero, en clara referencia a las dos pasadas administraciones emanadas del PRD.

En entrevista, manifestó que es evidente que ahí hay mucho por investigar, y afirmó que se trata de un hecho que indigna a todos los mexicanos.