Canción a dos voces
–No sé ni cómo decirte
que de ti ya me olvidé.
–Y eso a mí me importa qué.
Por mí bien puedes morirte.
Dale vuelta a lo que fue.
A lo que fue dale vuelta
y si no puedes avisa,
mientras me aguanto la risa
que por poco y se me suelta.
Anda tu razón revuelta
más que estómago en navío
tormentoso. Tu canción
no es canción, es extravío.
–Pero recuerdo era mío
de pe a pa tu corazón…
–Eso dice tu cabeza
que muy bien puesta no está
y con pader aquí da.
No da con otra certeza.
–Agradezco tu franqueza
y discreto me despido,
aunque no creas que he creído
lo que tan segura dices.
Hablan más tus cicatrices
que mi verdadero olvido. |