Por segundo día consecutivo, cientos de personas salieron a marchar contra la reforma energética recién promulgada por el titular del Ejecutivo federal, en una movilización donde también se hizo énfasis en el rechazo al alza del boleto del Metro en la ciudad de México y al resto de las modificaciones constitucionales promovidas por el gobierno de Enrique Peña Nieto.

Como hicieron un día antes, alrededor de mil 500 personas, en su mayoría integrantes de colectivos sociales y estudiantiles, se dieron cita alrededor de las 16 horas en el Ángel de la Independencia para iniciar una caminata hacia el Palacio de Bellas Artes, pero a diferencia de la marcha del viernes pasado, en esta ocasión la presencia de los granaderos de la policía capitalina fue mucho más notoria.

Aunque los jóvenes no fueron encapsulados en la glorieta del Ángel –como ha ocurrido en otras movilizaciones recientes–, los uniformados mantuvieron una vigilancia estrecha sobre los inconformes, quienes formaron vallas para resguardar el curso de la marcha y evitar que la cercanía de los policías generara tensión o enojo entre los asistentes.

Una vez frente a Bellas Artes, jóvenes que tomaron la palabra en nombre de los usuarios del Metro inconformes con el alza en la tarifa leyeron un comunicado, donde señalaron que el jefe de Gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera, “ha lanzado una costosa campaña mediática plagada de mentiras –centrada en una supuesta modernización del Sistema de Transporte Colectivo Metro–, para imponer el aumento al costo del boleto”.

Al mismo tiempo, afirmaron, dio a conocer “los resultados de una ‘encuesta’ nada representativa y elaborada a modo, que no refleja el sentir de la población de usuarios (...) ni tiene validez según la Ley de Participación Ciudadana del Distrito Federal”, ya que presenta varias deficiencias metodológicas en el muestreo.

En ese sentido, los manifestantes subrayaron que el movimiento surgido en las semanas recientes en contra del aumento a la tarifa es un reflejo del sentir de la mayoría de los usuarios del Metro, y una respuesta ante la simulación de consultar a los usuarios que emprendió el Gobierno de la ciudad, contrastada con los resultados de una encuesta del Centro de Estudios Multidisciplinarios de la Facultad de Economía de la UNAM a más de 29 mil personas, de las cuales 90 por ciento no aceptaban el aumento.

Desde aquí le decimos al jefe de Gobierno del Distrito Federal (GDF) que el movimiento en contra del alza a la tarifa del Metro no es de un día, ha durado ya casi dos semanas y será una lucha prolongada que se mantendrá firme hasta echar atrás la medida. Para ello seguiremos recurriendo a métodos de desobediencia civil pacífica, como es el no pago del boleto, agregaron.

De igual forma lamentaron que a lo largo del presente año la característica del GDF ha sido la criminalización de la protesta social, como lo demuestra el hecho de que tan sólo en 2013 ha detenido arbitrariamente a más 200 manifestantes, de los cuales 37 se encuentran bajo proceso judicial desde los disturbios del primero de diciembre de 2012, dos han sido absueltos y nueve han sido privados de su libertad y procesados por la manifestación del 2 de octubre.

Llamaron a seguirse organizando para echar abajo la propuesta de Peña Nieto en materia de petróleo, gas y electricidad, así como las demás reformas estructurales hechas en su primer año de gobierno, y el alza al boleto del Metro.

El próximo lunes a las 16 horas los colectivos participantes en la marcha llevarán a cabo una reunión de evaluación en la sección 9 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, en la cual definirán las estrategias para impulsar la consulta popular para anular la promulgación de la reforma energética.