Ataque criminal al titular del ballet del Bolshoi
Sábado 30 de noviembre de 2013, p. 6
Moscú, 29 de noviembre.
Entró en su fase culminante el juicio contra los agresores del director de ballet del Teatro Bolshoi, Serguei Filin, rociado en el rostro con un ácido el 17 de enero anterior, ya sólo falta que el juez dicte sentencia el próximo martes.
La fiscalía solicitó este viernes nueve años de cárcel para Pavel Dimitrichenko, solista de la compañía, acusado de ser el autor intelectual de la agresión debido a su actitud personal hostil hacia Filin por motivos de trabajo
.
También pidió 10 años de prisión para el autor material, Yuri Zarutski, y seis años, para el tercer implicado, Andrei Lipatov, que hizo de chofer la noche del crimen.
Quedó demostrado, sostiene la fiscalía, que la agresión se planeó con tiempo y que Dimitrichenko tenía motivos para organizar el ataque. Los testigos interrogados durante el juicio pusieron de relieve que Dimitrichenko estaba en desacuerdo con la asignación de papeles en los ballets y con la distribución de los honorarios entre los artistas
.
Según la fiscalía, Dimitrichenko contrató a Zarutski, vecino de su casa de campo con antecedentes penales, y a Lipatov para vengarse de Filin. Lipatov llevó en su coche a Zarutski a casa del director de ballet del Bolshoi y le lanzó el ácido en el rostro.
La versión de los imputados difiere, pero no es muy consistente: Dimitrichenko, quien se disculpó ante Filin, dijo que sólo quería darle un susto
, nunca causarle graves lesiones. Zarutski negó cualquier conspiración y afirmó que actúo por sí mismo, después de escuchar las permanentes quejas de su vecino contra su jefe. Y Lipatov declaró que no tenía ni idea de adónde le pidió llevarlo esa noche Zarutski.
A consecuencia del ataque, Filin –sometido a numerosas operaciones tanto en Rusia como Alemania– perdió parcialmente la vista y sufrió varios trasplantes de piel en el rostro.
Filin –quien solicita de los imputados una indemnización de 3 millones y medio de rublos, poco más de 100 mil dólares– reasumió su cargo en el Bolshoi en septiembre pasado, pero hace unas semanas tuvo que viajar de nuevo a Alemania para recibir tratamiento médico ante el deterioro de su visión.