La responsabilidad de la educación recae en el Estado mexicano, no se puede transferir ni negociar, y ninguna organización sindical, religiosa o de cualquier tipo puede asumirla, advirtió Juan Ramón de la Fuente.

Propuesto por Andrés Manuel López Obrador para integrarse a su gabinete –en caso de triunfar– como titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), dejó claro, durante su participación en los Diálogos Progresistas, que en el nuevo gobierno el precepto constitucional será efectivo. Para que no haya lugar a dudas, no se permitirá que la lógica sindical se apodere de la lógica académica.

De la Fuente respondió así a los cuestionamientos que le formularon acerca de la relación con la dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba Esther Gordillo. Es, explicó, un reto complejo que no subestima, pero que no será obstáculo para el cambio, ya que, estoy convencido, lo vamos a sortear bien y cada quien en su lugar: el Estado en lo suyo y las organizaciones sindicales en su marco legal y de libertad.

En su respuesta no se refirió por su nombre a Gordillo, pero señaló que no considera que se deba circunscribir el análisis de la compleja trama educativa del país a una sola persona ni a un solo sindicato. Sostuvo que serán profundamente respetuosos de los derechos laborales de todas las organizaciones sindicales, pero desde un principio plantearán que una cosa es la lógica sindical y otra la académica y ambas correrán por canales paralelos.

No es posible que una quiera intervenir en la otra, porque esto es lo que ha complicado muchísimo y lo que ha debilitado el papel del Estado en materia educativa, recalcó el ex rector de la UNAM.

Reconoció que se trata de un reto complejo, pero que no será obstáculo para impulsar el nuevo el modelo pedagógico del país.

El ex rector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente, durante su participación en los Diálogos ProgresistasFoto Roberto García Ortiz

En esos Diálogos Progresistas que organiza la Coordinación de la campaña presidencial de López Obrador, De la Fuente expuso que, tal como lo ha expresado el candidato, desde el primer día de su gobierno se pondrá en marcha un nuevo modelo educativo que incluirá a los maestros. Se trabajará cerca de ellos, dijo, porque la gran mayoría de los mentores son “personas nobles y comprometidas.

A otra pregunta, llegada mediante Twitter, respondió que habrá evaluación, pero no sólo de los mentores, sino de todas las acciones en el terreno de la educación. No puede haber educación sin evaluación, es un mecanismo para identificar errores, para subsanarlos, para corregirlos: el problema es cuando se quiere utilizar la evaluación para premiar a los incondicionales, para excluir a las voces críticas.

Cuando la evaluación se distorsiona, por supuesto que esto se convierte en un problema que se politiza.

El doctor De la Fuente expuso que la intención es convertir a la educación en la gran epopeya nacional, como en el México posrevolucionario. La propuesta del Movimiento Progresista, detalló, es dar altísima prioridad a la enseñanza, con un cambio de modelo pedagógico donde los jóvenes se formen en un ambiente de libertad y crítica. Se proponen, dijo, duplicar la cobertura en educación media y superior al final del sexenio, porque son millones los jóvenes que quedan fuera del sistema educativo y se convierten en grupos altamente vulnerables al crimen organizado. Se van a integrar brigadas para acabar con el analfabetismo que padecen 5.5 millones de mexicanos.

No es una propuesta que surge al calor de una campaña política, ni es nada más para tratar de presentar una cara amable al electorado. Es una propuesta que venimos discutiendo desde hace muchìsimos años, muchos y muchas de nuestros compañeros en las universidades públicas, concluyó.