Inversión milonaria en portaurnas
enfrenta a Valdés y Baños
Viernes 26 de agosto de 2011, p. 19
La disputa interna en el Instituto Federal Electoral llevó ayer a un intenso debate entre el presidente del IFE, Leonardo Valdés, y el consejero Marco Antonio Baños, quienes tuvieron desencuentros en torno a la adquisición de materiales portaurnas
. Posteriormente hubo un nuevo episodio, al rechazarse el nombramiento de Manuel Mendoza como director ejecutivo del Registro Federal de Electores (RFE), cargo que tiene casi 10 meses con dos encargados de despacho.
Aunque el tema a discusión parecía menor –la introducción de un portaurnas
, por primera vez, a un costo de 65 millones de pesos– la sesión subió de tono tras la propuesta de Valdés de que la decisión unánime de la Comisión de Organización Electoral, de anular ese proyecto para 2012, por oneroso, fuera revisada a efecto de que, con cargo a los ahorros
del 2011, pudiera financiarse su adquisición.
Lo anterior no convenció a Baños, quien replicó: Usted no puede de manera unilateral pedir que las portaurnas se fabriquen. Ya la comisión dijo que no es factible y no puede manejar unilateralmente una inversión de 65 millones de pesos para un material que nunca se ha utilizado. La comisión va a mantener su punto de vista de que no se pueden invertir 65 millones de este año
, recursos que no fueron programados para este efecto.
Baños fue más allá, al considerar francamente inaceptable (su propuesta) y quiera pasar por encima de las decisiones de los órganos colegiados de la institución
. Además, acusó a Valdés de atentar contra la austeridad requerida para las elecciones y añadió: No estoy dispuesto, bajo ninguna consideración, a permitir que el señor venga y se le ocurra hacer una inversión en un material que nunca se ha utilizado. Voy a solicitar la intervención del contralor para que revise la transferencia
.
Valdés justificó su propuesta por la funcionalidad de la base portaurnas
y los beneficios que, dijo, tendrían que facilitar el voto de las personas con discapacidad. Adelantó que habría este año ahorros por casi 155 millones de pesos, lo cual apuntalaría su propuesta de que el área ejecutiva revisara la viabilidad de invertir en las portaurnas
rechazadas por la comisión.
Los consejeros Francisco Guerrero y Macarita Elizondo –presidenta de la Comisión de Organización– respaldaron la crítica a la propuesta de Valdés, porque lastimosamente la comisión está advirtiendo que por efectos verdaderamente presupuestales
no es viable ese proyecto, dijo Elizondo.
Conforme el tema fue escalando, Valdés se percibió especialmente irritado ante el emplazamiento del consejero Baños, pero no retiró su propuesta e insistió en que sólo planteaba que el área ejecutiva revisara la viabilidad de financiar ese proyecto con cargo a 2011.
Por la noche, un nuevo episodio se dio en torno a las designaciones del director del Registro Federal de Electores, Manuel Mendoza, y de Alfredo Ríos Camarena como director de Prerrogativas. Si este último pasó por unanimidad, en el primero la oposición de tres consejeros frustró el nombramiento, en especial, por las descalificaciones que hicieron Baños, Guerrero y Elizondo a la falta de un procesamiento de consenso para un cargo fundamental.
Valdés recibió el respaldo de los consejeros Alfredo Figueroa y Benito Nacif, quienes ponderaron la destacada trayectoria académica
de Mendoza, punto en el que coincidieron quienes se opusieron. Las objeciones se centraron en la falta de experiencia administrativa y el mal procesamiento de la designación.
En medio de críticas partidistas ante los desacuerdos entre los consejeros en torno a un nombramiento clave, y los exhortos a que sortearan sus ostensibles diferencias, Leonardo Valdés quedó atrapado en su propuesta. Consideró poco generoso
el criterio adoptado para rechazar el nombramiento, dada la trayectoria curricular de Mendoza y mencionó que desde hace un mes comenzó el procesamiento de la designación para buscar el consenso.
Baños reviró de nuevo, al considerar que había mentiras
en la argumentación de que la propuesta tuvo casi un mes para discutirse, lo que molestó a Valdés, quien posteriormente aseveró que no respondía por respeto
al Consejo General.
En este contexto, Alfredo Figueroa terció subrayando que no era con descalificaciones como el IFE debería procesar sus diferencias, sino con discusiones de fondo sobre los asuntos.
Pero no. Acto seguido se votó y se rechazó la designación de Mendoza.