Tula de Allende, Hgo., 25 de agosto. Andrés Manuel López Obrador arremetió de nuevo contra la mafia en el poder, a la que responsabilizó de la crisis, el miedo y la inseguridad que vive el país, al poner como presidente de la República a Felipe Calderón, a quien su capacidad no le hubiera alcanzado siquiera para ser ministerio público, menos presidente de México.

En su quinta visita a este municipio, asiento de la cultura tolteca, el tabasqueño se reunió con más de 3 mil habitantes de la región para informarles sobre los avances del Movimiento Regeneración Nacional (Morena). Indicó que al momento operan 35 mil comités en igual número de secciones electorales en el país, y para diciembre se alcanzará la meta de 65 mil.

Señaló que 2 millones de ciudadanos están afiliados al Morena y previó que en diciembre próximo la cifra llegará a 4 millones, quienes tendrán la tarea fundamental de convencer a otros cinco cada uno para que en 2012 el Morena cuente con 20 millones de mexicanos convencidos de que sí se puede cambiar el rumbo de México.

El ex candidato presidencial recibió como obsequio dos réplicas de los Atlantes de Tula –representativos de la zona arqueológica local– como muestra de la fortaleza de nuestra gente, dijo José Luis Rodríguez Higareda, síndico procurador electo del ayuntamiento de Tula y dirigente del Sindicato Único de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana, sección 186.

López Obrador llamó a los asistentes a sacar a México de la pobreza, la inseguridad, la violencia y el miedo que hay en todo el país, así como de la decadencia en que se encuentra.

Cancelado, futuro de los jóvenes

Consideró que la situación que vive México no es cosa del destino, de la fatalidad, de que aquí nos tocó vivir o porque Dios así lo quiso. Es culpa del mal gobierno y, para ser precisos, de una mafia de poder que forman 30 potentados, quienes se han venido quedando con todo y han cancelado el futuro de los jóvenes de este país.

Luego reiteró su llamado a derrotar a esa mafia, pero no con violencia, sino en el terreno político, en buena lid. Sólo de ese modo –señaló– puede haber una verdadera democracia y un cambio real. Hoy –sostuvo– no hay democracia, hay oligarquía, que significa el gobierno al servicio de unos pocos. Son pocos los que tienen mucho y muchos los que tienen poco.

Advirtió que la clave de lograr el cambio verdadero es la organización, y sostuvo que si la mafia del poder no le hubiera robado la Presidencia de la República en 2006, México no estaría así.

El también ex jefe de Gobierno del Distrito Federal afirmó que los responsables de la crisis, la inseguridad y la violencia son los mismos que pusieron a Calderón en la Presidencia. En este contexto, agregó que Calderón, además de inmoral, es muy inepto. Calderón no estaba ni para ministerio público, menos para Presidente.

López Obrador preguntó a los presentes si sabían que Fernando González Sánchez, el yerno de la dirigente magisterial, Elba Esther Gordillo Morales, es subsecretario de Educación Básica, o que José Antonio González Anaya, concuño de Carlos Salinas de Gortari, es subsecretario de Ingresos en Hacienda. Los asistentes respondieron que no.

Por eso, porque la mafia mantiene el control de los medios, sobre todo de la televisión. Por eso es importante que nos reunamos, para estar informados, señaló López Obrador.

Preguntó también a los asistentes si sabían del presupuesto para 2011. Ante la respuesta negativa, informó que 25 por ciento del presupuesto federal, que asciende a 3 billones 500 mil millones de pesos, se va a la nómina y a los grandes sueldos que perciben funcionarios. Señaló que hay diputados que ganan 300 mil pesos mensuales, senadores de 500 mil y ministros de la Corte, buenos para nada, que cobran 600 mil al mes.

Calculó que si el presupuesto se repartiera equitativamente entre los 26 millones de familias mexicanas, les corresponderían 10 mil pesos mensuales a cada una.

También rechazó que el mexicano sea un pueblo flojo, y puso como ejemplo a los connacionales que laboran en Estados Unidos y envían 20 mil millones de dólares al año. Las remesas –dijo– son la segunda fuente de divisas del país, después de la venta de petróleo al extranjero.

Para cerrar su discurso, López Obrador reiteró su llamado a fortalecer al Morena, con la convicción de que sí se puede transformar el futuro de los mexicanos.

De aquí partió a Ixmiquilpan, donde reiteró el mensaje. Anunció que la próxima semana volverá a Hidalgo para visitar a los indígenas de la Huasteca.