Efecto de reformas al artículo 61 de Ley de Instituciones de Crédito
Miércoles 23 de febrero de 2011, p. 40
Tradicionalmente personas de recursos modestos, entre éstas ancianos y subempleados, mantienen en el banco un poco de dinero para hacer frente a cualquier emergencia, por ejemplo una enfermedad, con la confianza de que podrán disponer de sus recursos cuando sea necesario.
Sin embargo, esos ahorros, hasta por 300 días de salario mínimo (menos de 20 mil pesos), corren el riesgo de ser confiscados por el gobierno y entregados a la beneficiencia pública
si los cuentahabientes los mantienen sin hacer depósitos o retiros, sea en cuentas de ahorro o en depósitos a plazo fijo, por más de tres años, afirmó el secretario de Desarrollo Social, Martí Batres Guadarrama.
Muchas personas podrían verse inmersas en esa situación, como consecuencia de la reforma al artículo 61 de la Ley de Instituciones de Crédito que se llevó a cabo en febrero de 2008.
De acuerdo con ese precepto, dichos fondos serán enviados a una cuenta global
, donde permanecerán otros tres años, y sus propietarios, de no reclamarlos, perderán ese dinero, que pasará a la beneficiencia, indicó.
Con medidas como ésa se castiga la pobreza, porque quienes no tienen la posibilidad de incrementar sus ahorros podrían perder sus pocos recursos
, añadió el funcionario, quien señaló que hay personas que tienen durante años un ahorro y prefieren no moverlo para no perderlo, pues como no tienen ingresos tienen su ahorro congelado para alguna emergencia o enfermedad
.
El funcionario manifestó que la medida le recuerda las declaraciones de Francisco Gil, cuando amenazó públicamente con confiscar las cuentas de los usuarios del Sistema de Administración Tributaria (SAT) que no habían recobrado sus ahorros, cantidad que por aquel entonces ascendía a 20 mil millones de pesos
.
Durante un recorrido por algunas sucursales de instituciones bancarias, cuentahabientes señalaron que, de acuerdo con la ley, los bancos, que fungen como intermediarios en esa confiscación masiva de dinero, tienen 90 días para enterar a sus clientes de que están en peligro de perder sus cuentas, por lo que los exhortan a reactivarlas
, haciendo en ellas cualquier movimiento, pero muchos de esos depósitos son a plazo fijo, por lo que esa posibilidad puede demorar meses, con el consecuente riesgo para el ahorrador.
Bancos como HSBC están enviando notificaciones a los domicilios de los afectados, pero las personas que corren más riesgo de perder sus ahorros son las más débiles; por ejemplo, minusválidos o enfermos, quienes no pueden acudir a las sucursales bancarias, gente de edad muy avanzada o con poca instrucción, a quienes puede tomarles por sorpresa el lenguaje abstruso en que están redactadas esas cartas, indicó una cuentahabiente a las afueras de una institución de crédito.