jornada
letraese

Número 171
Jueves 7 de Octubre
de 2010



Director fundador
CARLOS PAYAN VELVER

Directora general
CARMEN LIRA SAADE

Director:
Alejandro Brito Lemus

pruebate



Disputa por la libertad sexual

La pasada Conferencia Mundial de la Juventud fue escenario de enfrentamientos, reales o simbólicos, entre las organizaciones que defienden los derechos sexuales y las que buscan restringir la sexualidad a la castidad o al matrimonio heterosexual. Estas últimas, más numerosas y fuertemente financiadas, recurrieron a estrategias varias, entre ellas, presentar como oficial un documento apócrifo que defendía el derecho a la vida desde la concepción y hasta la muerte natural

Christian Rea Tizcareño

En contra del “sida legalizado” en lugares como la ciudad de México y Argentina; favor de la vida desde la concepción hasta la muerte natural; repudio a la “cultura de la muerte” predominante en la Organización de las Naciones Unidas (ONU); un ejército con el membrete de Alianza Internacional de la Juventud (AIJ) salió a guerrear a las calles de la cristera León, Guanajuato, para defender “el amor, la castidad y la abstinencia como la única estrategia verdaderamente efectiva para derrotar al VIH”.
Activistas provida implementaron un “cerco por los valores” en la Conferencia Mundial de la Juventud (CMJ), realizada en el Poliforum León del 23 al 27 de agosto de este año. Fue auspiciada por el gobierno de Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, en coordinación con el ejecutivo estatal, Juan Manuel Oliva, y el munícipe Ricardo Sheffield –los tres del Partido Acción Nacional–, en el marco del Año Internacional de la Juventud declarado por la ONU, bajo el lema “Diálogo y comprensión mutua”, el cual, concluirá el 11 de agosto de 2011.
Entre los negocios de piel animal típicos de la ciudad, mensajes turísticos, restaurantes, señales de tránsito y la bienvenida a la urbe guanajuatense, destacaban los espectaculares de la CMJ, cuyo lema fue: “¡Dilo fuerte!”, que contrastaban con otra serie de anuncios con la sentencia: “El aborto no es legal, es mortal. Alza tu voz”.
Aún no habían sido excarceladas las seis presas sentenciadas con penas de alrededor de tres décadas de reclusión por haber sufrido abortos espontáneos. En medio de la presión de las organizaciones no gubernamentales (ONG) de derechos humanos y la prensa, el panista Juan Manuel Oliva había prometido reducir las condenas del delito de homicidio en razón de parentesco a entre tres y ocho años, con lo cual estas mujeres obtendrían su libertad el 7 de septiembre, pero con el antecedente penal correspondiente.

Cruzada contra el “sida legalizado”
La AIJ, coalición respaldada por organizaciones católicas y la fundación alemana demócrata cristiana Konrad Adenauer Stiftung –con más de 70 oficinas y proyectos en cerca de 120 países–, inició su cruzada por “las familias auténticas basadas en el matrimonio hombre-mujer”, el domingo previo a la CMJ, “día del Señor”. Marcharon aproximadamente 3 mil personas para reprobar las “perversas” reformas que permiten la interrupción legal del embarazo y el casamiento entre homosexuales en el Distrito Federal.
Apoyados por el gobierno panista de Guanajuato y el Movimiento Nacional de Jóvenes Competitivos –iniciativa de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social que en 2007 se constituyó como asociación civil–, los integrantes de la AIJ realizaron un evento espejo a la CMJ titulado “Encuentro Juvenil Internacional ¡Dilo bien!”. En el Domo de la Feria –a un costado del Poliforum León–, alrededor de 4 mil personas se congregaron para manifestar “de manera pacífica y valiente” su rechazo a la ONU, los “asesinatos” de fetos y las “inmorales” leyes que justifican las uniones lésbico-gay.
En su mayoría estudiantes de entre 13 y 20 años de edad, originarios de diversos puntos de México, Estados Unidos, Colombia, Chile, Argentina, Brasil y España, fueron convocados para escuchar a conferencistas como Gerardo Mosqueda Martínez, secretario de Gobierno de Guanajuato, quien es señalado por el periodista Álvaro Delgado, en el libro El Yunque. La ultraderecha en el poder, como miembro de esta organización, que es una cofradía secreta, ultracatólica y paramilitar cuya misión es derrotar la “conspiración judeo-masónica-comunista”, y así instaurar el reino de Dios en la Tierra.
Los animadores incitaron a los participantes a “decirle a la ONU que no tenemos miedo. ¡Vamos a decirlo más fuerte!” Pero también llamaron al orden. “No estemos saliendo a la hora que los conferencistas están hablando porque es una falta de respeto. ¡Recuerda que eres el líder que representa a tu juventud! Ayúdanos a que los demás chavos vivan de igual forma que tú”.
Dos días de discursos sobre virginidad y fidelidad heterosexual. En uno de los descansos, la moza concurrencia enardeció con una quinceañera pareja: “¡Beso, beso, beso… Otro, otro, otro… En la boca, en la boca… De piquito, de piquito... Que se lo robe…”, coreaban las masas de jóvenes y el par de protagonistas se ruborizaba cada vez que subía la estridencia.
El lunes que arrancó la CMJ, esta multitud condenó a la ONU. Reunidos afuera del Poliforum, los manifestantes provida calificaron al evento como una farsa y emitieron consignas como “Yo no quiero que mi mamá se llame ¡Juan!” Contenidos por las rejas de la entrada principal y un dispositivo de seguridad pública, lanzaron insultos a Daniel Serrano y Juan Carlos Mendoza, activistas gay que se habían besado en el lugar. Además los cubrieron con una manta para censurar sus expresiones de afecto. Al mismo tiempo, repartieron a los transeúntes la Oración por las Familias, del Vaticano. Rafael Becerra González, líder de la protesta, acusó a “misteriosos observadores”, promotores de la salud sexual y reproductiva, de distribuir imágenes donde “se burlan” de la Virgen de Guadalupe, lo cual, “atenta” contra el pueblo de México.
“¿Sabías que el condón no equivale a sexo seguro?”, cuestionaba un volante que organizaciones opositoras a los anticonceptivos distribuyeron entre los participantes de la CMJ. Documentos firmados por la Familia Mexicana reprochaban que detrás del matrimonio universal hay una “conjura” de “funcionarios temerosos” y masones, cuya pretensión es instaurar un “Gobierno Universal Israelí”. Como introducción al texto, las preguntas: “¿Ha visto usted el ardoroso empeño oficial para impulsar la homosexualidad en México? ¿Ha visto que hasta la Suprema Corte de Justicia entrega a los niños en brazos del sida ‘legalizado’? ¿Ha visto usted que los homosexuales temen que los adultos los enfermen, y que por eso prefieren niños?”

La Declaración apócrifa
Promotores de derechos sexuales y reproductivos en la Feria Informativa de la CMJ, acusaron a “grupos conservadores de choque” de ejercer “sabotaje y agresiones” contra ellos. A Sebastian Ramírez, de Elige, le espetaron “maricón, mata niños”. Salud Integral para la Mujer y Decidir, Coalición de Jóvenes por la Ciudadanía Sexual, se quejaron de haber sido “boicoteados” durante sus talleres. El activista Armando Franco narró que mientras efectuaba una dinámica, una mujer y un hombre, de entre 20 y 25 años, le sustrajeron cerca de 200 folletos sobre el derecho a la maternidad voluntaria, y huyeron. Los policías del Poliforum sólo alcanzaron al muchacho, a quien pusieron a disposición del Ministerio Público. Al revisar sus pertenencias, hallaron propaganda de la AIJ.
En la CMJ se llevaron a cabo dos foros, de ONG y de Gobiernos. Cada cual signó una Declaración sobre políticas públicas e inversión, pobreza y hambre, educación, salud, empleo, equidad de género, tecnología e innovación, cultura, acceso a justicia y seguridad, participación, desarrollo sustentable, migración y cooperación internacional.
En el Foro de ONG, opositores a la salud sexual y reproductiva infiltraron una Declaración apócrifa en español, francés e inglés. Con el mismo diseño de la papelería oficial del evento, el documento recomendaba a las naciones del mundo promover la abstinencia sexual como el único método de prevención del VIH/sida, infecciones de transmisión sexual y embarazos no deseados; defender la complementariedad varón-mujer; reconocer la “sensibilidad” de la población femenina pero sin “radicalismos” y fomentar la comunicación entre padres e hijos para evitar información de “fuentes poco fidedignas o dañinas”.
Tras dos días de debate entre líderes de ONG de 153 países del mundo, se aprobó la Declaración de la sociedad civil organizada, que entre otras cosas, instó a respetar la orientación sexual e identidad de género de las personas, así como a garantizar el acceso a métodos anticonceptivos y aborto seguro. El secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio, anunció que este documento únicamente formaría parte de las “memorias” de la CMJ, lo cual contrastó con la opinión de países como Brasil, Bolivia, Paraguay, Uruguay, Venezuela y Guatemala, cuya petición fue que las resoluciones de las organizaciones se difundieran “de manera conjunta” con las conclusiones del Foro de Gobiernos.
La Declaración de Guanajuato, firmada en el Foro de Gobiernos, si bien reconoció a la pluralidad de familias, la educación integral de la sexualidad, la libertad religiosa y de consciencia, la promoción de la equidad de género, el empoderamiento de las mujeres y el establecimiento de políticas públicas en salud sexual y reproductiva para disminuir la mortalidad materna y los casos de VIH, dejó fuera la recomendación de las ONG de garantizar el acceso a interrupciones del embarazo seguras.
A 19 días de concluido el evento internacional, integrantes de la Plataforma Nacional de Juventudes Proyecto 15-35 y la Coalición de Jóvenes por la Educación y Salud Sexual, realizaron una protesta frente al Instituto Mexicano de la Juventud (Imjuve) para pedir la cabeza de su titular, la panista Priscila Vera, por no haber garantizado procesos democráticos y transparentes en la CMJ.
Los activistas Sebastián Ramírez y Clara Meyra acusaron a Teresa Lanzagorta Bonilla, titular del Programa de Contenidos de la CMJ, de minimizar a las organizaciones en el encuentro, y a su esposo, Rogelio Gómez Hermosillo, presidente de Alianza Cívica, de “intentar negociar”, a nombre de la administración federal, con el Comité de Sociedad Civil Internacional, la eliminación de los temas de aborto seguro y salud sexual y reproductiva, de la Declaración de ONG, bajo la “amenaza” de que de lo contrario, el gobierno calderonista desconocería el documento.
Criticaron que la CMJ, la cual cambió tres veces de sede, tuvo un perfil “conservador” porque el Imjuve favoreció la infiltración de grupos “de ultraderecha” y dejó fuera del Foro de Gobiernos la Declaración de ONG, de carácter “progresista”. La Conferencia finalizó sin que México ratificara la Convención Iberoamericana de Derechos de los Jóvenes, y en consecuencia, la aprobación de una Ley General de Juventud.

 

SU B I R