Tokio, 18 de febrero. La industria automotriz japonesa sufrió un nuevo golpe tras la apertura en Estados Unidos de una investigación por problemas en el Toyota Corolla, el automóvil más vendido del mundo, y el anuncio de Isuzu de que retirará del mercado unos 4 mil camiones por un defecto potencialmente muy peligroso. Isuzu podría retirar a partir del viernes 4 mil 286 camiones debido a un problema de fuga de gas natural –utilizado como combustible en los modelos vendidos en Japón– que puede dar lugar a incendios, informó el Ministerio de Transporte nipón.

Las fallas mecánicas que han obligado a reparaciones en los automóviles de la marca Toyota podrían afectar en 0.12 por ciento el producto interno bruto (PIB) de Japón, señaló el instituto local de investigación, Daiwa Institute of Research (DIR). Añadió que los llamados para que propietarios de unidades de Toyota acudan a revisiones, podría reducir la producción de vehículos en 300 mil unidades.

Además, generarían la pérdida de 49 mil empleos en industrias abastecedoras de autopartes, indicó el análisis del DIR citado por la agencia Kyodo.

La compañía recibió 14 quejas en Japón, incluyendo el caso de un hombre que sufrió quemaduras menores tras haber prendido un cigarrillo cuando ocupaba el asiento de acompañante. La decisión de Isuzu, del cual una parte pertenece al gigante automotor Toyota Motor, tiene lugar en momentos en que este constructor lucha por salvar su imagen de marca tras haber retirado unos 9 millones de coches defectuosos y ser objeto ahora de una investigación en Estados Unidos concerniente a su modelo estrella Corolla.

La agencia de seguridad vial estadunidense (NHTSA), que depende del Departamento de Transporte, reconoció haber recibido más de 100 quejas por la dirección asistida del Corolla, el automóvil más vendido en el mundo, con más de 30 millones de unidades comercializadas desde el lanzamiento del primer modelo, en la década de los 60.

Abrimos una investigación respecto a los modelos 2009 y 2010 de Toyota Corolla por asuntos relacionados con la dirección, indicó un funcionario del Departamento de Transporte estadunidense que pidió el anonimato. Están concernidos en el caso unos 500 mil vehículos.