Madrid, 18 de febrero. El rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Narro Robles, defendió la función de las universidades públicas en un contexto de libertad y congruencia entre el pensar, decir y hacer, máxime en los tiempos en que vivimos en el que nos abruma la búsqueda de lo material.

Frente a esto, insistió, está el diseño, la construcción y la consecución de las utopías del ser humano.

El rector Narro viajó a Oviedo para estrechar, aún más, las relaciones de la UNAM con España, en general, y con el Principado de Asturias, en particular, sobre todo tras el prestigioso reconocimiento internacional que catapultó a esa casa de estudios como la primera universidad pública en recibir ese galardón.

Galardón a Enrique Florescano

El eje de las actividades de José Narro en España estuvo en Oviedo, donde encabezó cuatro actos públicos: la entrega de un reconocimiento a su trayectoria profesional de la Universidad de Oviedo y de la Asociación Iberoamericana de Comunicación; la inauguración de la nueva calle ovetense que se llamará UNAM; la firma de un convenio de intercambio estudiantil entre la capital asturiana y la máxima casa de estudios, que se financiará en gran medida con el dinero del premio del galardón (75 mil dólares), y, por último, la inauguración en el teatro Campoamor de la exposición La UNAM hoy.

Narro hizo alusión al pasado prehispánico, del que dijo México se siente muy orgulloso, así como por la cultura que deriva de la mezcla entre esas civilizaciones y la hispánica.

El historiador Enrique Florescano también participó de los actos de la Universidad de Oviedo para homenajear de nuevo a la UNAM, esta vez con una conferencia sobre su nuevo libro, Los orígenes del poder en Mesoamérica. El intelectual mexicano recibió el Premio de Periodismo Cultural que otorga el Principado de Asturias y Asicom.

Florescano hizo un recuento del poder mesoamericano, y estableció que todos los legados mexicas adoptaron la tradición política que provenía de Teotihuacán para construir su ideal de Estado y vida civilizada, y dieron aliento a la prestigiosa herencia tolteca que, apoyada en esa herencia, el pueblo mexica creó un nuevo Estado e hizo florecer otra rama del frondoso árbol mesoamericano.

En el encuentro entre universidades, Narro entregó en nombre de la UNAM una colección de 57 libros sobre ciudades prehispánicas, que incluye títulos de Miguel León-Portilla y Beatriz de la Fuente, entre otros.