Monterrey, NL, 8 de febrero. El ex presidente de Colombia César Gaviria Trujillo afirmó que si bien es correcta la acción del gobierno federal de ir en contra de los cárteles de las drogas y militarizar el combate al crimen organizado, el ejercicio de aprendizaje se está volviendo largo.

Al participar en la 25 Reunión de Consejeros del Tecnológico de Monterrey, el también ex secretario general de la Organización de Estados Americanos expresó que en algún momento México va a tener que entender que el ataque al narcotráfico es una cuestión que debe estar asignada a grupos reducidos, comandos especiales y a cuerpos de justicia especializada.

Recordó asimismo que en su país llegaron al punto de tener jueces y testigos secretos para enfrentar al narcotráfico. Expresó: hay que contratar a unos 2 mil policías nuevos, entrenarlos muy bien y, una vez en acción, van a hacer más diferencias que todo el Ejército de México.

Durante un panel sobre la situación política en América Latina, Gaviria consideró que México tiene el deber y la obligación de mover el debate en Estados Unidos, porque allá mismo 75 por ciento de la gente piensa que la lucha del narcotráfico es fallida.

Señaló que en una lucha conjunta contra el narcotráfico, México debe exigir a Washington mayor entrenamiento y equipo de transporte. Ambos países, añadió, pueden discutir el gasto de 40 mil millones de dólares, pero estimó que esos recursos no deben utilizarse para seguir metiendo gente a la cárcel, sino para apoyar la educación y la salud, así como un cambio en la política social.

Miren bien qué van a hacer con el tema de la mariguana; si la van a legalizar, háganlo pronto, no se sienten a esperar a que haya otros 20 mil o 30 mil muertos antes de hacerlo, indicó.

Finalmente, Gaviria señaló que el presidente Felipe Calderón estuvo correcto en una reacción instintiva que tuvo de enfrentar a los cárteles de la droga. En ese contexto comentó que los colombianos se descuidaron, miraron para otro lado durante muchos años y cuando menos pensaron ya estaban en jaque el país, las instituciones y la democracia, ya que el narcotráfico mató incluso a dos candidatos presidenciales.