El programa Escuela Segura dará cobertura este año a 27 mil planteles de educación básica del país, con el propósito fundamental de prevenir que los estudiantes caigan en alguna adicción o sean víctimas de la inseguridad, informó ayer el subsecretario de Educación Básica de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Fernando González.

En un acto público, en el cual el funcionario dio a conocer la estrategia de fortalecimiento interinstitucional entre la SEP, la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal y la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso) para dar seguridad a los alumnos de nivel básico, Fernando González destacó que ya comenzaron a distribuirse en todas las escuelas públicas nuevos materiales de apoyo, entre ellos un manual sobre el factor preventivo para niños y adolescentes.

En el acto, realizado en las instalaciones de la SSP federal, el secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Rafael Ochoa Guzmán, sostuvo que la violencia es una expresión de la crisis social que se manifiesta en el ámbito escolar, y pidió convertir la prevención del delito en política de Estado que sea efectiva.

El líder magisterial destacó que hay una fascinación por la violencia que se propaga por el mundo, y exhortó a las autoridades a no permitir que los niños se eduquen en ambientes hostiles e inseguros.

Durante la ceremonia, en la que también participó el subsecretario de Vinculación y Derechos Humanos de la SSP federal, Monte Alejandro Rubido, Fernando González entregó a alumnos de la escuela primaria República de Costa Rica y de la secundaria técnica Rafael Dondé un cuaderno para colorear, una memoria y una lotería, todos supuestamente destinados a ayudar a fortalecer la estrategia de prevención del delito.

En su oportunidad, Rubido expuso que “los operativos, las detenciones y las sanciones nunca serán suficientes para resolver el problema de la delincuencia y la inseguridad”.

Luego sostuvo que sólo con la prevención social del delito se pueden evitar adicciones y atacar la cultura de la ilegalidad.

En tanto, Rafael Ochoa Guzmán expuso que es necesario, impostergable, valorar en su justa dimensión el grave problema de la violencia como expresión de la crisis social que se manifiesta en el ámbito escolar”.

El aula y la escuela, destacó el dirigente magisterial, deben ser espacios para la enseñanza y el aprendizaje, pero también para el civismo, la ética y la cultura de la legalidad.