Entre viernes y sábado al menos 44 personas fueron ejecutadas en varias entidades, 21 de las cuales corresponden a Chihuahua, incluidas 14 de Ciudad Juárez, donde además militares y policías detuvieron a los presuntos sicarios Efraín Aranda Arreola, Ángel Rodríguez Delgado y Felipe Antonio Enríquez, que según fuentes oficiales pertenecen a varias bandas y confesaron haber participado en 28 asesinatos.

Entre las víctimas reportadas en la localidad fronteriza figuran tres jóvenes ultimados en el fraccionamiento Hacienda Universidad por un comando que los interceptó en dos vehículos y les disparó más de 40 veces.

Además, el viernes por la tarde fue encontrado en una banqueta de la colonia La Perla el cuerpo decapitado de un sujeto, al que amputaron otros miembros. Junto a los restos había un mensaje de sus ejecutores.

Una hora después, en la colonia Villa Colonial, fue hallado el cadáver sin cabeza de otro individuo, también con una leyenda sobre rivalidades criminales.

A las 21:50 una mujer que circulaba por el fraccionamiento Parajes del Sol murió por disparos de fusiles y pistolas. Un hombre que la acompañaba fue levantado por los atacantes.

Minutos después, en la zona desértica cercana al bulevar Manuel Talamás Camandari fueron ubicados los cuerpos sin vida de dos mujeres tiroteadas.

Dos hombres más perecieron baleados en la colonia Héroes de la Revolución; mientras, en la Buenos Aires el cuerpo de un sujeto esposado pendía dentro un domicilio. A ellos se añaden Justo Topete Chaparro, de 50 años; Jesús Adrián de la Cruz Feria, de 23, y Aureliano N, muertos a tiros en Baborigame. En Basúchil, municipio de Guerrero, en el mismo estado norteño, se localizó a un sujeto calcinado.

En Tijuana, Baja California, comandos fuertemente armados balearon una residencia del fraccionamiento Bugambilias, pero no hubo personas lesionadas.

Más tarde regresaron para acribillar a Gloria Jacqueline Ledezma y dejar heridos a los niños Alfredo Hernández Zúñiga, Yolanda Martínez y Alexis Jaque, además de un guardia de seguridad que intentó cerrarles el paso.

Pistoleros también ultimaron a dos hombres dentro de una casa en la colonia Libertad, y en la Rubí, Luis Antonio Villas Servin, de 22 años, fue asesinado por un comando.

Además, hombres armados irrumpieron a una casa de la colonia Ejido Matamoros y secuestraron a Juana Castillo Ávalos cuando se hallaba con sus tres hijos menores.

La jornada violenta en Sinaloa sumó al menos 11 muertos, entre ellos Aurelio Fausto Cháidez Chavarín, ex alcalde de Angostura y actual funcionario de Secretaría de Desarrollo Social en la entidad, abatido a tiros junto a su acompañante, Mario Antonio Acosta, cuando salían de un restaurante y estaban a punto de abordar un automóvil Grand Marquis, en la comunidad de El Diez.

En Culiacán, cerca de la carretera México 15, aparecieron encobijados y con huellas de tortura los cadáveres de tres jóvenes mujeres y un hombre, al parecer levantados el viernes.

En la misma capital estatal, cerca del autódromo y por la carretera México 15, un grupo armado que viajaba en 10 vehículos levantó a cuatro policías locales que transitaban en una patrulla. Tres de los elementos fueron golpeados y liberados una hora después en Navolato, mientras el comandante Francisco Javier Treviño Millán continúa desaparecido.

En el municipio de El Fuerte un comando ejecutó a dos hombres y una mujer con fusiles AK-47.

Luis Enrique López Cuevas, de 19 años, fue asesinado a tiros cuando dialogaba desde su auto con dos mujeres en la cabecera municipal de Compostela, Nayarit.

En Ciudad Valles, San Luis Potosí, un comando irrumpió en el domicilio del dirigente taxista Leopoldo Castillo Morales y lo ultimó a tiros el sábado junto a Cruz Salinas Orta.

En la capital de Durango fueron hallados los cadáveres de cinco sujetos asesinados, entre ellos dos con amputaciones.

A su vez, autoridades guerrerenses informaron –de acuerdo con la agencia Notimex– que las cinco personas cuyos cadáveres aparecieron el miércoles 6 en una fosa de Tecpan de Galeana son miembros de una misma familia, de apellido Abarca, entre ellos un soldado en retiro.

En el puerto de Veracruz, militares y policías trasladaron a 300 reos del reclusorio Ignacio Allende a otras cárceles con el fin de facilitar la producción de una película de Mel Gibson.

Rubén Villalpando, Miroslava Breach, Antonio Heras, Javier Valdez, Saúl Maldonado, Edith Argüelles, Jesús Narváez y Andrés Morales