El titular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso), Ernesto Cordero Arroyo, sostuvo que hay quienes dicen que exagera cuando se refiere a las consecuencias que tendría no apoyar a los hogares en pobreza extrema, pero los niños se van a la escuela con un té en el estómago y una tortilla embarrada de frijoles.

Acerca de la propuesta del PRI de elaborar una canasta básica de alimentos y medicinas exentos del impuesto de 2 por ciento, señaló que lo importante es que a todos nos quede claro que la prioridad es atender a las familias más pobres. Cualquier iniciativa que se analice con responsabilidad en el Congreso es bienvenida. El debate está en la arena parlamentaria, seremos respetuosos de lo que ahí se discute.

El funcionario participó en la presentación de la campaña Día Mundial de la Alimentación, de Wal-Mart, a realizarse en octubre, a la que asistieron Eduardo Solórzano, director general de esa cadena en México; Carlos Madrid, de Fundación Gruma, y Claudio X. González, de Fundación Televisa, entre otros.

Comida más cara

Ahí, Cordero afirmó que los hogares en pobreza extrema están sacando de la escuela a niños de 14 años para llevarlos a trabajar al campo. Explicó que en todo el mundo se han presentado dos crisis; la alimentaria y la económica; la primera significó mayores precios, no en Wal-Mart, pero lamentablemente la comida a la que tienen acceso las familias más pobres en zonas rurales tuvo un crecimiento importante en el precio, lo cual afectó el nivel de ingreso de los hogares en miseria.

No hay que darle más vueltas: a la gente ya no le está alcanzando para comprar la misma canasta de alimentos que compraba en el pasado, indicó.

Al defender el paquete económico del gobierno federal, aseveró que es fundamental reforzar todas las acciones que estén a nuestra disposición.

Ante empresarios, trabajadores y directivos de Wal-Mart agregó que mucha gente dice que exagero cuando menciono cuáles son las consecuencias, pero todos ustedes que han visto de frente la pobreza, han estado en la casa de una familia que está en pobreza extrema, saben que no sólo exagero sino que nos quedamos cortos. La consecuencia de esto es que muchas familias se están saltando una comida o en lugar de hacer tres hacen dos o una. Los niños se van a la escuela con un té en el estómago, con una tortilla embarrada de frijoles.