La espera, serie de dibujos al carbón
de Mónica Dower, se muestra en Praxis
''El ser humano se reduce a carbono''
El cuerpo, en especial el masculino, común denominador
en la obra de la artista británica
MERRY MAC MASTERS
La
espera, proyecto que da título a la exposición de Mónica
Dower (Inglaterra, 1966) en la galería Praxis (Arquímedes
175, Polanco), parte de una serie de individuos estáticos, dibujados
de perfil, con carbón, sobre papel amate, que miden 2.20 por 1.20
metros. ¿De qué espera se trata? "La espera de que los llamen,
del momento adecuado para actuar, de la muerte. Ese estado en el cual estás
simplemente parado entre el cielo y la tierra, esperando como un eje, como
un pico, mirando tranquilamente al horizonte", explica la artista mexicana
que emplea el material o la técnica que mejor le permite expresarse
en el momento.
El cuerpo humano, en especial, el masculino, tiene su
lugar en la obra de Dower. Los ocho hombres "negros" de la muestra no sólo
remiten el espectador a un ser de carne y hueso, sino "a esta parte física
de la cual estamos compuestos". Señala: "Me interesó trabajar
con el carbón porque estamos hechos de carbono, hidrógeno,
oxígeno y nitrógeno. Cuando morimos lo único que queda
de nosotros es el carbono". Agrega: "Me interesa que el ser humano al ver
esos hombres negros, pueda contactar con su propia parte mineral, porque
el amate tampoco es cualquier papel. Es muy mexicano, muy natural. No está
tratado, está en estado virgen".
Dower suele trabajar sobre la muerte, la mirada y "ese
estado antes de llegar a la muerte". La muestra de la Galería Praxis
también incluye una figura humana de madera, una continuación
de su trabajo del año pasado, relativo a cierto árbol: "Mi
abuelo, que era de Rusia, tuvo una maestra de primaria que le habló
del árbol del tule en Oaxaca. Cuando fue la revolución rusa,
mataron a su familia. Tuvo la opción de ir a Estados Unidos, Argentina
o México. Escogió venir acá para conocer el árbol
del tule. Llegó a Veracruz y se fue directo a Oaxaca. A partir de
ese sueño de mi abuelo construí todo un lenguaje plástico,
en el que la madera, el árbol, era como un eje fijo en el planeta,
al cual te podías remitir en un tiempo de caos en el mundo".
En 1995 Dower asistió a la Universidad de El Cairo.
Considera que los hombres de La espera tienen mucho que ver con
el arte egipcio porque son "muy hieráticos. Están despojados
de adornos, de florituras. Están en esa actitud austera contemplando
el horizonte, un poco como los guardianes de los templos egipcios. También
tiene que ver con las apariencias. Trabajé mucho con Anubis, el
perro que guardaba las tumbas en Egipto. Como tiene una apariencia mala,
puedes verlo y te puedes asustar, pero en realidad es un perro bueno que
embalsama los muertos. De igual manera esos hombres están allí
como guardianes de templos, tumbas. Para mí son como tu esencia.
Es como si te quitaran la piel y es lo que estuviera adentro de ti. Por
eso, esta energía del carbón".
Dower siempre trata de alternar su trabajo porque no le
agrada que los dibujos se queden en el taller del artista: "Me gusta que
se hagan parte de la obra y salgan a relucir. Siempre encuentro formas
de poderlos sacar a la luz, ya sea haciendo collage o entelándolos
para que puedan existir. No sólo como bocetos, sino como obra terminada".