Señora directora: Le solicitamos atentamente la publicación de esta carta, por medio de la cual queremos manifestar nuestra adhesión al escrito de los participantes en la Promotora por la Unidad Nacional Contra el Neoliberalismo, que se publicó en El Correo Ilustrado el 24 de diciembre en el que se repudia la decisión del gobierno de Vicente Fox y la complicidad del gobierno de Chiapas para realizar el despojo de las comunidades de Montes Azules.

Como se señala en ese escrito, la supuesta protección de la biodiversidad se usa como pretexto y además se abren las posibilidades de inversión turística para los grandes consorcios internacionales y para el saqueo y explotación de nuestras riquezas naturales. Estas líneas de acción siguen incrementando la tensión y la pobreza entre las comunidades indígenas.

Patricia Vega Estens y Guillermo Villaseñor García
 

Señora directora: La UNAM, en su magnífica investigación sobre la historieta mexicana, documenta los ataques de que fue objeto desde sus inicios. Entre otras acusaciones se decía que gracias a su perniciosa influencia el país iba a llenarse de generaciones de mexicanos tarados. Se nos atacó desde la Secretaría de Educación Pública (SEP), que en tiempos de Avila Camacho estableció una comisión de vigilancia, verdadera censura, donde se revisaba el material de las revistas antes de su publicación. Nos acusaban hasta de "antimexicanos". Con mentalidad enfermiza, los censores llegaron a devolver para su "corrección" dibujos con figuras masculinas donde se remarcaban los pliegues del pantalón. La revista Pepín se puso a ilustrar vidas de santos a fin de eludir sanciones. Por fortuna al siguiente sexenio se enmendó semejante estupidez.

Quizá el actual secretario de Hacienda, al afirmar que el pueblo mexicano sólo lee pornografía, se refiera a la abundancia de historietas de este género que se exhiben en los puestos de periódicos; pero hasta de eso está mal informado. A pesar de haber pasado los tiempos del auge de la historieta mexicana con series de enorme éxito como fueron Chanoc, Alma Grande, La Familia Burrón, Lágrimas y Risas, Memin Pinguín, Kalimán y otras, precedidas por los inolvidables Supersabios, Rolando el Rabioso y otros, se mantiene en primerísimo lugar, muy por encima en ventas, cinco o seis veces más que cualquiera de las del género porno y otras morbosidades, historietas como El Libro Vaquero y El Libro Semanal, iniciador éste de la modalidad de publicar historias completas en forma de libro. Verdadero fenómeno de la historieta mexicana, es el más antiguo, con más de 50 años en el mercado. Es mentira que el público prefiera la pornografía a buenas historias de aventuras y a buenas historias de amor; jamás los pornos han vendido lo que vendieron las series de Yolanda Vargas, otro de los fenómenos de nuestra historieta.

Los autores mexicanos desplazamos del mercado nacional a la historieta extranjera desde los cincuenta. Por decenios no les dejamos apenas huequitos. La revista Contenido publicó en los setenta un artículo titulado "Chanoc mató a Tarzán".

No sólo eso: hemos sido "metedólares". Fuimos -quizá seguimos siendo- el segundo país, a nivel mundial, exportador de este género. Inundábamos el mercado de habla hispana desde Nueva York y Chicago a todo el sur de Estados Unidos, Centroamérica y llegábamos hasta algunos países de América del Sur. El señor secretario de Hacienda, Francisco Gil, debe estar mejor informado de esto.

De otra parte, quienes desprecian a la historieta mexicana -nunca he escuchado ni leído ataques a las de otros países- ignoran que los del gremio estamos defendiendo un espacio de mexicanidad al alimentar al público con personajes mexicanos, con idiosincrasia mexicana, con ambiente mexicano; escritas, por lo general, en buen español mexicano. Hoy, que padecemos una penetración cultural brutal, que hemos cedido terreno en algo tan extraordinario, característico y original como nuestra música -me gusta el rock como a cualquiera, lo que me duele es que haya jóvenes que no saben lo que es un huapango-, que se permitan y alientan los pochismos más torpes y vulgares en los medios de comunicación y en la publicidad; que se abandona al cine mexicano, la historieta mexicana se mantiene como uno de los reductos de identidad nacional. Sería mucho pedir a las autoridades que posaran sus altísimos ojos en semejante aliento de la cultura "popular", pero, como dice el dicho:"si no compran, no malluguen".

Laura Bolaños, periodista y guionista de historietas

Señora directora: Mucho agradeceré la publicación de la siguiente carta, la cual tiene el objetivo de alertar a la gente sobre el poco profesionalismo del Anglo-Mexicano de Cultura y de hacer pública la estafa de que fui objeto.

El año pasado me inscribí en el Anglo de Coyoacán para tomar el curso English language teaching y éste resultó ser todo un fraude, ya que no se cubrió el programa proporcionado al inicio del mismo.

Sólo algunos ejemplos: se nos dieron la mitad de los tutoriales marcados en el programa, sólo realizamos 3 o 4 microprácticas, cuando el folleto publicitario menciona que éstas se llevan a cabo constantemente durante los dos últimos módulos (5 meses) y por si esto fuera poco, tuvimos que realizar nuestras prácticas finales fuera del horario del curso (con lo cual salíamos 2 horas después de lo establecido) debido a que el Anglo ¡no contaba con suficientes salones para dicho propósito!

Estas y otras muestras de poca seriedad y mala calidad (que no puedo ilustrar con más datos debido al espacio), surgieron durante todo el curso, por lo cual presenté mis quejas a Amalia Nieto, coordinadora académica, y ésta reconoció que el Anglo tenía problemas internos y que la mala organización se debía a eso. Dos semanas después el programa seguía sin cumplirse, por lo cual solicité el reembolso de la cantidad equivalente a los puntos que no se nos estaban proporcionando y por concepto del perjuicio causado. Por supuesto, en ese momento Amalia Nieto negó todo lo que antes había aceptado. Acudí entonces a las oficinas generales, donde hablé con la señorita Maricarmen Galindo y una vez más, mis quejas no sólo fueron desatendidas sino que además la señorita Galindo amenazó con sacarme de la institución si no pagaba las dos mensualidades últimas (que no había pagado debido a lo expuesto anteriormente) y, al considerar la posibilidad de una demanda, me "aconsejó" que no lo hiciera porque contaban con abogados para este tipo de casos (con lo cual se muestra que pueden estafar a la gente con toda impunidad) y que además su hermana trabaja en la Procuraduría, por lo cual era muy poco probable que yo ganara el juicio. Después de interminables discusiones decidí no demandar, pues ya había dedicado meses a este curso. Finalmente obtuve mi diploma de 14 mil pesos.

Datos importantes: cinco personas dejaron el curso, dos solicitaron su cambio a otra sucursal (de un total de 20), tres de las que quedaron no reclamaban por temor a que se les quitara la beca y otro tanto eran personas que lo único que querían fue lo que finalmente obtuvimos: sólo el papel de certificación.

Gabriela Cornejo

Señora directora: Resulta que en la Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura (ESIA), unidad Zacatenco, del Instituto Politécnico Nacional (IPN), el ingeniero José Luis Minaburo Castillo, recién ungido director de esa escuela, ha cometido varias tropelías: destituir presidentes de academias, desconocer ternas de candidatos para presidentes de academia, fijar una convocatoria que tenía la fecha del 15 de octubre y fue fijada el 4 de noviembre, para proponer las ternas de los nuevos subdirectores.

Aunado a lo anterior el ingeniero José Luis Minaburo Castillo se negó a atender un derecho de petición formulado por el maestro Alfonso Tovar Santana, profesor e investigador con 40 años de antigüedad en la docencia. De esta manera, no firmando un oficio de solicitud de apoyo económico y no atendiendo los reclamos de los presidentes de academia, conculca los derechos de los docentes de la ESIA del IPN. El director general del IPN, licenciado Miguel Angel Correa Jasso, ¿hará algo al respecto?

M. en C. Alfonso Tovar S.