Se inaugura la exposición sobre el grabador en el Museo de Arte Nacional
Monsiváis donará a México su acervo de obras de Leopoldo Méndez
El escritor entregaría su colección a la nación, no al Estado advierte
La muestra incluye más de 200 piezas y fue curada por Rafael Barajas El Fisgón
MERRY MAC MASTERS
El escritor Carlos Monsiváis donará a la nación, y ''pronto'', su acervo de cerca de 800 piezas formado en torno de la obra del grabador Leopoldo Méndez.
En rueda de prensa ayer para anunciar la muestra Leopoldo Méndez y su tiempo. Colección Carlos Monsiváis, curada por Rafael Barajas El Fisgón, que hoy a las 19:30 horas será inaugurada en el Museo Nacional de Arte (Munal), su directora, Graciela de la Torre, reconoció al escritor no sólo como ''un estudioso y preservador del patrimonio", sino ''también como un coleccionista generoso que pone a la disposición del público sus obras para el disfrute y la investigación".
Monsiváis respondió, en tono de broma: ''La verdad no me gusta prestar. Por eso he pensado mejor donar todo ya para no prestarle a nadie. Porque es un poco absurdo que le ocupan la casa y luego, además, le regañan (al decir), por qué tienes las piezas en tan mal estado". Más adelante, al hablar de cómo se volvió ''adicto" a la gráfica de Méndez, retomó: ''Cuando tuve la posibilidad adquisitiva, que no fue mucho porque era baratísimo conseguir los grabados de Méndez... Por eso me parece importante que estas colecciones sean del Estado, ya que no sería posible armarlas así ahora. Bueno, de la nación, porque a lo mejor el Estado lo privatizan, pero a la nación lo veo difícil".
A pregunta expresa de La Jornada, Monsiváis manifestó: ''Estamos viendo qué posibilidades hay (de donar la colección), porque sí creo que esto tiene que
ser público. No sé exactamente en dónde, pero sí creo que debe ser pronto antes de que en mi casa, en el tumulto de libros, desaparezca".
Impulso original y generoso
Con 35 años de coleccionar la obra de Méndez -''recién encontré un grabado de Raíces"-, Monsiváis observó, no obstante, que hay una zona ideológica y temática, por fortuna mínima, que no comparte, que tiene que ver con ''los entusiasmos de los años treinta y cuarenta, muy comprensibles en ese momento, pero a la luz de lo que ha sucedido después ya inaceptables".
La colección, agregó, no hubiera sido posible sin la decisión de Pablo Méndez, hijo de Leopoldo, de que dos personas ''tuviésemos la posibilidades de adquirir en condiciones sumamente desventajosas para él" la mayor parte de la producción de su padre. La otra persona es ''un artista oaxaqueño exiliado en Oaxaca que se llama Francisco Toledo", para el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca.
Se decidió exponer a Méndez junto con colegas como el recién fallecido José Chávez Morado -''a cuya memoria quisiéramos dedicar la exposición"- y Alfredo Zalce, ya que buena cantidad de su trabajo lo hizo como parte de proyectos colectivos y plurales, anotó Rafael Barajas. Por cierto, Raquel Tibol les ayudó a escoger el título.
El curador continuó: ''Si bien es cierto, como dice Carlos, que algunas de estas facetas productivas están muy vinculadas ideológicamente con, por ejemplo, el estalinismo, el lombardismo, también es cierto que el impulso original es sumamente generoso y sigue siendo a estas alturas ejemplar".
Más adelante añadió: ''Una buena parte del trabajo de agitación y propaganda política sigue teniendo una vigencia enorme en términos políticos y culturales". Ahora que está el neoliberalismo en su auge, ''lamento que no podamos hacer un esfuerzo propagandístico, gráfico, como el que hicieron esos señores en su momento".
