Inicia fiestas de la Virgen
Rivera Carrera invita a católicos a predicar el evangelio
JOSE ANTONIO ROMAN
En el arranque de las festividades de la Virgen de Guadalupe, el arzobispo primado de México, cardenal Norberto Rivera Carrera, lamentó que en la capital y en el país entero parezca imposible llegar a acuerdos y transitar hacia el camino del desarrollo y la prosperidad.
Al oficiar la primera fiesta de san Juan Diego en la Capilla de Indios, en la Basílica de Guadalupe, el prelado dijo que en la celebración del nuevo santo los católicos son invitados a transmitir el evangelio, porque no se puede concebir a la Iglesia católica encerrada en sí misma; debe salir al mundo y dar la buena nueva.
Dijo que esta misión se debe realizar aunque parezca que para muchos nada significa. Además, precisó que cuando los mexicanos "se guíen por las palabras" de la Virgen de Guadalupe será posible que todos se vean como hermanos. "Sí es posible reconciliarnos, es posible tener esa patria que el papa Juan Pablo II invitó a construir con amor y justicia."
En esta celebración religiosa realizada a mediodía, y por la tarde-noche en la misa en la que simbólicamente inauguró el nuevo templo a Juan Diego, en el antiguo cine Lindavista, Rivera Carrera destacó la trascendencia religiosa e histórica de Juan Diego; "es ese eslabón que une dos mundos, ahí empieza nuestra historia como mexicanos, ahí comienza nuestra identidad, lo que parecía irreconciliable".
En la celebración de la apertura simbólica del templo a San Juan Diego, el arzobispo encabezó una pequeña peregrinación, durante la cual se cerró parcialmente la circulación en las calles aledañas. Asistieron unas 500 personas, entre ellos un grupo minoritario de indígenas danzantes.