Bogotá no presentará su iniciativa de reforma fiscal
Repudian burócratas las políticas económicas del gobierno de Uribe
AFP, DPA, PL Y REUTERS
Santafe de Bogota, 30 de octubre. Miles de trabajadores colombianos del sector estatal se manifestaron hoy por las calles de las principales ciudades del país, en repudio a las políticas económicas del gobierno de Alvaro Uribe, que anticipan una propuesta para endurecer el plan de ajuste fiscal con nuevos impuestos.
Se trata de la segunda protesta que llevan a cabo los empleados del sector público desde la asunción de Uribe el 7 de agosto, en una gran movilización que, sin embargo, no afectó la producción petrolera, el comercio ni las telecomunicaciones, aunque sí causó contratiempos en los ámbitos de la salud y de la justicia.
Las más importantes centrales sindicales han alertado contra un creciente déficit fiscal en un contexto de deterioro de la economía, que deriva en un desempleo de 17.2 por ciento en las 13 principales ciudades.
Los sindicatos rechazan los proyectos de reforma laboral, de pensiones y tributaria a presentar ante el Congreso de acuerdo con las reglas del Fondo Monetario Internacional. Esto, aunado a que Uribe busca aumentar el gasto militar para contener a las guerrillas, por lo que se propone recortes del Estado eliminando o fusionando entidades y reduciendo la nómina de unos 800 mil empleados públicos.
El gobierno, que desestimó la dimensión de la protesta, anunció que se desistía de presentar en el Congreso la iniciativa de reforma tributaria, que endurecía las medidas recaudatorias, ante el rechazo de los trabajadores.
El Ministerio de Hacienda retiró las propuestas de IVA, de impuestos a los servicios de agua, energía y teléfonos para los estratos medios y altos, pero advirtió que se deberán buscar otras alternativas para recaudar los impuestos que ahora se dejarán de percibir.
En paralelo, se reportó que unas 200 personas que en el pasado formaron parte de las redes de sicarios y narcotraficantes, marcharon por las calles céntricas de Medellín para pedir perdón al país por sus actividades ilícitas, y llamaron a las organizaciones armadas a dejar las acciones violentas.
En Medellín se sabe que operan unos mil paramilitares de extrema derecha en diversos barrios, donde se enfrentan a las guerrillas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y del Ejército de Liberación Nacional. La policía metropolitana afirmó que ahora ellos estaban trabajando para erradicar a esos grupos.
Mientras, las FARC dinamitaron dos puentes en el norte del país y una torre de energía en Arauca, donde también fue atacada la sede de la armada, con saldo de cinco civiles heridos, por lo que se decretó el toque de queda en esa ciudad y se planeaba prorrogar tres meses el estado de conmoción decretado el 12 de agosto.