Renuncia en pleno la cúpula policial
de la provincia de Buenos Aires
Califica Duhalde de "cacería atroz" la represión
contra los piqueteros
Detienen a inspector que comandó el operativo
y a dos oficiales; 110 agentes, a disponibilidad
Testimonios de fotógrafos muestran que los dos
jóvenes muertos fueron en realidad fusilados
STELLA CALLONI CORRESPONSAL
Buenos Aires, 28 de junio. El presidente Eduardo
Duhalde calificó hoy de "cacería atroz" la represión
policial que el miércoles dejó dos muertos, casi cien heridos
y más de 170 detenidos, mientras que la detención de tres
oficiales policiales, entre ellos el comisario Alfredo Franchiotti, quien
comandó el operativo represivo, precipitó la renuncia
de la cúpula policial de la provincia de Buenos Aires, así
como la intervención de una departamental y el pase a disponibilidad
de 110 agentes.
Fue Duhalde quien ordenó ayer al gobernador de
Buenos Aires, Fe-lipe Solá, que tomara estas acciones, después
de obtener la información y especialmente la secuencia de fotografías
periodísticas de Clarín y otros medios, así
como filmaciones del equipo televisivo de TN, que permitieron identificar
a los uniformados implicados en el asesinato de los piqueteros.
Duhalde dijo que "los que deben custodiar el orden son
los que han llevado a cabo esta atroz cacería", y apuntó
hacia la policía.
Los testimonios de estas horas fueron claves para establecer
cómo mataron a Dario Santillán, joven desocupado de 21 años,
quien no quiso abandonar a Maximiliano Costeki (ayer figuraba como Costequi
en todos los medios), el otro joven de 25 años que había
recibido un disparo en el pecho.
La secuencia captada por un fotógrafo de Clarín
y las filmaciones son contundentes: aparece Santillán junto al joven
que alcanza a huir y que trata de ayudar a Costeki herido, y frente suyo
está Franchiotti con otros dos oficiales apuntándole con
su escopeta.
Luego, Santillán se levanta e intenta huir, y se
le ve caer, fusilado por la espalda. Aún se le observa vivo y pidiendo
ayuda cuando Franchiotti se acerca y lo sacude para después intentar
hacerlo caminar, pero como no puede lo arrastran hasta tirarlo junto a
un quiosco de revistas. Y otra vez aparece Franchiotti con su escopeta
para comprobar si estaba vivo o muerto.
Además, el reportero gráfico pudo captar
como prueba irrefutable al lado del cadáver el casquillo de la bala
de plomo, que luego la policía trató de ocultar.
Entramado de guerra sucia
Después
de estas escenas ya no fue posible que la policía sostuviera la
versión primera de que sólo había disparado gases
lacrimógenos y balas de goma, para tratar de armar un siniestro
entramado de guerra sucia por el cual las víctimas eran las
culpables.
Las autopsias dieron como resultado que ambos jóvenes
fueron asesinados a quemarropa con balas del calibre que utiliza la policía.
Otra vez la responsabilidad es de la policía de
la provincia de Buenos Aires, pero aún falta investigar a profundidad
la acción de los grupos civiles que armados y hasta disfrazados
de piqueteros participaron en la cacería de los desocupados.
También otro fotógrafo entregó sus
imágenes del asalto al local de Izquierda Unida ?liderada por el
Partido Comunista? en Avellaneda, distante del puente Pueyrredón,
donde se produjeron los hechos, y que fue allanada sin disposición
judicial, con extrema violencia y también provocó varios
heridos.
Al parecer Duhalde tuvo la percepción de que los
sucesos de Avellaneda tenían similitud con otro hecho lejano: el
asesinato en Pinamar, en la costa atlántica de esa provincia, del
reportero gráfico Jo-sé Luis Cabezas, en enero de 1997, y
cuyo cadáver apareció junto a su automóvil incinerado,
justo en el camino por donde el entonces go-bernador de Buenos Aires debía
pasar esa mañana.
Franchiotti, de hecho, ya tenía fama de "superduro"
desde que ingresó como cadete de policía en 1977. Pero esta
tarde el gobernador bonaerense aceptó la renuncia del jefe de la
policía de la provincia, comisario Ricardo Degastaldi, quien asumió
apenas el 15 de abril pasado, y del subjefe, comisario Edgardo Belltracchi,
además de que también presentó su renuncia el ministro
de Seguridad de la entidad, Luis Genoud, al mismo tiempo que se dispuso
la intervención de la comisaría departamental de Lomas de
Zamora.
La fiscalía número 11 de Lomas de Zamora
llamó a todos los testigos de los hechos y se prometió reserva
de identidad, ya que durante el gobierno del ex presidente Carlos Menem
decenas de personas que dieron testimonios sobre hechos de corrupción
o de violencia fueron asesinados.
El gobierno denunció ante la Procuraduría
de la Nación que "la escalada de violencia amenaza con destruir
los poderes constituidos y puede poner en peligro más vidas".
Por su parte, el ministro de Justicia, Jorge Vanossi,
reconoció que estas acciones desestabilizadoras podrían tener
la finalidad de derrocar al gobierno elegido a finales de 2001 por la Asamblea
Legislativa.
"Estamos en presencia de una maquinación concertada
para al-canzar con intencionalidad objetivos de máximo alcance que
pueden poner en peligro más vidas, más derechos, más
libertades y hasta la totalidad de las instituciones de la república",
sostuvo.
El jefe del gabinete, Alfredo Atanasof, dijo que no habrá
impunidad en la investigación de los dos jóvenes asesinados,
aunque no descartó que los hechos puedan emmarcarse en un "complot"
contra el go-bierno de Duhalde.
Empero, el diputado y líder del partido Autodeterminación
y Li-bertad, Luis Zamora, que responsabilizó al gobierno de la violenta
represión, afirmó que la ciudadanía debería
pedirle a Duhalde la renuncia, y denunció que el mandatario peronista
está involucrado en una "interna mafiosa" del oficialista Partido
Justicialista.
Menem aseguró que en su go-bierno nada de esto
hubiera pasado, olvidando la cantidad de muertos y heridos que dejaron
las ac-ciones policiales y de gendarmería en las protestas de entonces.
Negociaciones activas con el FMI
Y mientras esto sucede, el director gerente del Fondo
Monetario Internacional (FMI), Horst Koehler, reconoció hoy que
ha habido progresos en los tratos con Argentina, y anunció el comienzo
de "negociaciones activas" para un acuerdo que el instituto pueda respaldar.
Por la mañana el presidente Du-halde solicitó
a Koehler su definición sobre si el organismo "tiene voluntad o
no" de otorgar un auxilio financiero. "La situación es gra-ve y
necesito tomar decisiones ur-gentes", advirtió en una comunicación
telefónica.
El director del FMI, quien se reunió el jueves
y el viernes con el ministro argentino de Economía, Roberto Lavagna,
dijo que quedaron resueltos los temas de las leyes de quiebras y subversión
económica, reclamadas por el organismo, y que el ministro dio seguridad
de que habrá más progresos en el tema de los acuerdos fiscales
con las 24 provincias, que tienen un compromiso inicial de reducir sus
déficits en 60 por ciento.
También el FMI acordó con el gobierno de
Argentina posponer por un año el pago de casi mil millones de dólares
que debía cancelar en julio, y enviará una misión
negociadora a Buenos Aires la próxima semana.
También el gobierno español aprobó
la concesión a Argentina de facilidades financieras por valor de
hasta de unos 90.8 millones de dó-lares, con el propósito
de desarrollar proyectos sociales.