Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Sábado 29 de junio de 2002
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Política
Gabriela Rodríguez

El cuerpo en disputa

Cuando la gente deja de estar gobernada por el consenso moral que representan los códigos religiosos, surge el problema de ¿cómo reglamentar la sexualidad? Para quienes la secularización significa "perder los valores", es decir para los moralistas, los conservadores, para los retardatarios panistas, por decirlo en términos partidistas, el esfuerzo habría que dirigirlo a que las instituciones impongan nuevamente un código religioso por conducto de regulaciones familiares, escolares, sanitarias, mediáticas o jurídicas. Pero entre quienes reconocemos una pluralidad de posiciones morales dentro y fuera de la religiosidad, el problema es ¿cómo respetar la libertad y diversidad sexual sin caer en los extremos del autoritarismo moral o en los excesos de la violencia y la irresponsabilidad?

Estas tensiones han llevado el tema de la sexualidad a la arena política y lo han convertido en centro de disputa entre líderes eclesiales y civiles, entre legisladores y funcionarios, entre organizaciones de padres de familia y movimientos juveniles. También han propiciado una nueva visibilidad de organizaciones civiles defensoras de los derechos sexuales y reproductivos, la emergencia de nuevos sujetos políticos que quieren reconstruir las sexualidades. Ciudadanos que toman posiciones reflexivas y contestatarias frente a las reglamentaciones y que están inventando nuevos rituales, iniciativas de ley y mecanismos de interlocución para influir en las políticas públicas.

Las marchas del orgullo gay son rituales que han surgido en la segunda mitad del siglo xx con múltiples lenguajes simbólicos y afrentas a las políticas del cuerpo: para detener la violencia y exigir respeto a la libre expresión sexual y al uso de los espacios sociales en los años sesenta y setenta, para tener visibilidad y equiparación de oportunidades entre mujeres lesbianas, para luchar contra la epidemia del VIH/sida en los ochenta. Más recientemente, las marchas se enfocan a legislar contra la violencia y la discriminación por orientación sexual y a demostrar que la diversidad de expresiones sexuales es un asunto de derechos humanos.

La marcha en la ciudad de México este sábado 29 de junio está dedicada a la iniciativa de ley sobre las sociedades de convivencia. Es una ley que busca una protección jurídica a los hogares alternativos, sea de parejas del mismo o de distinto sexo, personas que vivan bajo un mismo techo y no cuentan con lazos de parentesco que las unan. La ley permitiría que estas parejas regulen sus relaciones patrimoniales y obtengan derechos elementales: de alimentos, sucesorios y de tutela legítima.

Esta iniciativa se enmarca en un movimiento de escala internacional que está demandando el derecho fundamental de todas las personas a vivir los efectos y a ejercer la sexualidad sin coerción, discriminación ni violencia. En la última década del siglo xx, se han aprobado leyes que reconocen beneficios patrimoniales y sociales para parejas del mismo sexo en Alemania, Dinamarca, Finlandia, Francia, Holanda, Hungría, Islandia, Noruega, Suecia, y en algunas regiones de España, Canadá y Estados Unidos.

En América Latina, las relaciones de parentesco que reconocen los códigos civiles siguen enmarcadas en la moral sexual cristiana, que estigmatiza toda práctica que no se encamine a la reproducción. Sin embargo, avances significativos al respecto están logrando los grupos feministas, las coaliciones del movimiento gay, agrupaciones religiosas progresistas, movimientos indígenas, sindicalistas y algunos partidos políticos de izquierda. Se han promulgado marcos jurídicos antidiscriminatorios por orientación sexual en Ecuador, Venezuela, Argentina y Brasil. Se han eliminado leyes discriminatorias específicas en Colombia, Chile y Ecuador. Se ha penalizado la discriminación por orientación sexual en algunas ciudades de Argentina y de Uruguay, en 80 ciudades de Brasil y en la ciudad de México en 1999.

Con la ley de sociedades de convivencia, diputados y diputadas de la Asamblea de Representantes del DF darían un paso ejemplar en los derechos humanos que aún no han sido reconocidos en la región. Como aparentemente la fracción del PAN va a votar en contra como bloque, los invito a acompañar la marcha este 29 de junio a las 3 de la tarde en la explanada de los Leones de Chapultepec, para reconsiderar su posición en favor de las parejas del mismo sexo y de las familias alternativas que viven en esta gran ciudad.

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
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