Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Sábado 29 de junio de 2002
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Política
Denuncia el exterminio de pueblos indígenas a causa del neoliberalismo

Pide el FSS a Fox cumplir los acuerdos de San Andrés; rechaza el Plan Puebla-Panamá

Precario reconocimiento de gobiernos de AL a etnias; las consideran como obstáculos a sus proyectos

ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL

Madrid, 28 de junio. El Foro Social de Sevilla (FSS), que reúne a organizaciones del llamado movimiento antiglobalización, y que participó la semana pasada en los actos de protesta por la cumbre de jefes de Estado y de gobierno de la Unión Europea, denunció en sus conclusiones el "exterminio" al que somete el neoliberalismo rampante a los más de 300 millones de indígenas del planeta.

El FSS además llamó la atención al gobierno de Vicente Fox para que cumpla los acuerdos de San Andrés, y consideró que el Plan Puebla-Panamá es un nuevo intento de Estados Unidos para hacerse del control mercantil de la región.

En el encuentro de la semana pasada, Pueblos indígenas y globalización, organizaciones europeas y latinoamericanas analizaron las consecuencias del "capitalismo salvaje" en las minorías indígeneas de Europa, América Latina y Estados Unidos.

Tras varios días de debate y talleres, el Foro Social denunció que "los más de 300 millones de personas que integran la población indígena del planeta están siendo sometidos actualmente a un intento de exterminio cultural, propiciado por el dictado del neoliberalismo económico, la globalización depredatoria del mercado y la negación absoluta de estrategias endógenas de desarrollo comunitario y de lucha en defensa de la recuperación de derechos y recursos".

Tras destacar que son precisamente estas poblaciones las que han sufrido en toda la historia persecución de los poderes fácticos, consideraron que "la resistencia de los pueblos indígenas no debe interpretarse sino como una estrategia extrema de supervivencia.

"La identidad étnica constituye además ?y si hubiere lugar a su supervivencia a pesar de los esfuerzos combinados en pos de su erradicación? un patrimonio inalienable de la humanidad entera y su reconstitución constituye una responsabilidad histórica y moral de la comunidad planetaria en su conjunto.

"La homogeneidad cultural y la estandarización ideológica constituyen hoy uno de los mayores riesgos de genocidio cultural de los pueblos indígenas", advirtieron los activistas de organizaciones defensoras de los derechos humanos.

Asimismo denunciaron que la solidaridad con los pueblos indígenas "fluctúa peligrosamente entre el etnocentrismo y la romantización idealizada de los mismos. No es posible, y hemos pretendido hacer balance de la experiencia sobre el terreno, desprenderse de los prejuicios de un paternalismo eurocéntrico que tiende a la expropiación, aun bienintencionada, de los intereses de los pueblos indígenas".

Por lo anterior, el FSS considera que "es tiempo de atribuir responsabilidades" sobre el permanente escarnio de las poblaciones indígenas, al señalar como principal culpable de esta situación a "la miopía cultural del fenómeno de globalización" y las "políticas y actitudes discriminatorias de la mayor parte de las instancias que ocupan un papel protagonista en el libreto de la globalización: los Estados-nación anfitriones, las organizaciones internacionales, las corporaciones trasnacionales y el monopolio mediático".

Vestigio obsoleto

Asimismo, advierten que en América Latina las legislaciones contemplan reconocimientos precarios de los pueblos indígenas, ya que "los gobiernos latinoamericanos consideran aún a las etnias un vestigio obsoleto y un obstáculo insalvable a sus proyectos macropolíticos y macroeconómicos, y declinan cualquier responsabilidad (o incluso cooperan abiertamente) en el expolio sistemático del que son objeto tierras y recursos indígenas".

Mientras, instituciones de carácter multilateral como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial o la Organización Mundial de Comercio "sostienen con mano firme una batuta a la que le son indiferentes las poblaciones condenadas a ser espectadoras impasibles de un juego de especulación del que se benefician corporaciones transnacionales liberadas del control político del Estado, y más aún del escrutinio democrático de la opinión pública".

También llaman la atención de lo que a su entender representa la neocolonización del continente por parte de Estados Unidos, que "no sólo desconoce palmariamente la realidad de una población originaria diezmada a expensas de la construcción de la nación sino que en su proyección exterior avanza hacia proyectos de expansionismo territorial como el Acuerdo de Libre Comercio de América, el Plan Puebla-Panamá o el Plan Colombia en los que los pueblos indígenas no trascienden la consideración de inevitables daños colaterales", advierten en sus conclusiones las organizaciones civiles.

Por tanto, el FSS exigió "el cumplimiento íntegro de los acuerdos entre pueblos indígenas y Estados, en particular en el caso de los acuerdos de paz de Guatemala y de los de San Andrés Larráinzar en México", así como el "reconocimiento explícito del derecho a la libre autodeterminación por parte de las constituciones y las leyes de las naciones en que habitan pueblos indígenas, mediante nuevos procesos constituyentes con participación objetiva de los pueblos indígenas".

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