Seúl. El líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, inspeccionó este sábado bombarderos con capacidad nuclear, misiles hipersónicos y un buque de guerra avanzado de la flota de Rusia en el Pacífico mientras continúa su visita al extremo oriental del país, un viaje que ha despertado preocupación en Occidente por una alianza armamentística que podría reforzar la guerra del presidente ruso, Vladímir Putin, en Ucrania.
Tras llegar en tren a Artyom, Kim se desplazó hasta un aeropuerto a las afueras de la ciudad portuaria de Vladivostok, donde el ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigu, y otros oficiales militares le mostraron de cerca bombarderos estratégicos nucleares y otros aviones de guerra.
Todos los aviones militares rusos que se mostraron a Kim el sábado han sido empleados en la guerra en Ucrania, incluidos los bombarderos Tu-160, Tu-95 y Tu-22, que suelen utilizarse para disparar misiles de crucero.
Shoigu, quien se había reunido con Kim durante una inusual visita a Corea del Norte en julio, le mostró también uno de sus últimos misiles, el Kinzhal hipersónico, que se dispara desde un caza MiG-31 y fue visto en combate por primera vez en la guerra en Ucrania, según el Ministerio de Defensa ruso.
Kim y Shoigu se desplazaron más tarde a Vladivostok, donde inspeccionaron la fragata Almirante Shaposhnikov, de la flota rusa del Pacífico. El comandante de la Armada, el almirante Nikolai Yevmenov, informó al mandatario norcoreano acerca de las capacidades y el armamento del buque, que cuenta con misiles de crucero Kalibr de largo alcance que las tropas rusas suelen emplear también en Ucrania.
Las visitas de Kim a instalaciones militares y tecnológicas esta semana podrían insinuar lo que querría recibir de Moscú, quizás a cambio de suministrar munición para compensar las menguantes reservas de Putin a medida que su operativo en suelo ucraniano se convierte en una larga guerra de desgaste.
El viaje de Kim, que incluyó más de cuatro horas de reuniones con Putin el miércoles, se produce en medio de un impulso a la cooperación militar entre Pyongyang y Moscú que el Norte podría aprovechar para buscar tecnología rusa que le permita avanzar en sus programas nuclear y de misiles, así como en otras iniciativas militares del mandatario, a cambio de proporcionarle al Kremlin la munición que tanto necesita.