La fuerza del crimen organizado es tal, que sólo hay manera de “atemperarla” terminando con las complicidades que ha generado y promovido con universos de seguridad y política, principalmente en la zona fronteriza de Chiapas, considera Plácido Morales Vázquez, magistrado presidente del Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje (TFCA), quien aspira a la candidatura de Morena al gobierno de esa entidad.
En entrevista con La Jornada, aborda la escalada de acontecimientos violentos que en los últimos meses han asolado a poblaciones como Frontera Comalapa, Amatenango de la Frontera, Mazapa de Madero, San Cristóbal de las Casas, Chicomuselo y Ocosingo.
–¿Hay manera de contener a estas bandas delincuenciales que se disputan territorios y han comenzado a formar una base social que los apoye?
–Es muy fuerte el crimen organizado por el mercado de la droga; mientras exista, será ahí o en otro lugar que corra la droga que viene de Centroamérica.
Morales Vázquez atribuye la violencia en Frontera Comalapa, donde “hay un vacío de la ley”, principalmente a la frontera con Guatemala. “Del otro lado es un corredor de estupefacientes que generalmente utiliza a Chiapas como tránsito”.
Otro factor, agrega, es la falta de oportunidades para los jóvenes, quienes al carecer de trabajo son presa fácil de los grupos delincuenciales.
–¿Por qué surgieron las bandas de motonetos que frecuentemente asolan y aterrorizan a los habitantes de San Cristóbal de las Casas?
–Son consecuencia de la escasez de oportunidades laborales y de la falta de educación de los pueblos originarios, que han agrupado, aglomerado, en suburbios, a la población indígena. En esos barrios, ante la carencia de una cohesión familiar y comunitaria, se adhieren a bandas que delinquen.
Para Plácido Morales los desplazamientos forzados por la violencia criminal son de las injusticias más graves que existen, “el ser despojados de sus casas, obligados a salir de su comunidad por estar en contra de los intereses del hampa”.
Ante este panorama, plantea que para resolver las conflictividades en materia de seguridad, política y social, se requiere crear las condiciones de bienestar de los chiapanecos, lo cual, sostiene, se consigue con alimentación, salud, educación y trabajo.
“Evitar que haya tanta injusticia. ¿Cómo? Generando las condiciones y oportunidades para que la población y los sectores más vulnerables, como los indígenas, tengan algo, tengan mercado para sus productos.
–¿Qué estrategias aplicaría en caso de ganar la gubernatura?
–En Chiapas tenemos la mayor inversión en gasto social del gobierno de la Cuarta Transformación; somos el estado quizá más beneficiado por el presupuesto federal para atemperar la pobreza. Lo que falta es conjuntarlo con un proyecto estatal en el que la ciudadanía, de pasar a superar la pobreza alimentaria, pase a mejorar sus condiciones de pobreza patrimonial.
El presidente del TFCA resalta la importancia de que continúen, se fortalezcan y extiendan los programas sociales implementados por el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador. “El de Jóvenes Construyendo el Futuro ayuda mucho, sobre todo en un estado que registra poco crecimiento en materia de empleo y mucho crecimiento poblacional”, destaca.
Por lo que hace a Sembrando Vida, apunta, estimula la economía, da trabajo y genera las condiciones ambientales que tuvieron algunas regiones que fueron desmontadas para hacerlas potreros porque se estimulaba la ganadería extensiva, principalmente en la Selva Lacandona y las regiones zoque y La Fraylesca.