Toluca, Méx., Delfina Gómez Álvarez rindió protesta como gobernadora constitucional del estado de México para el periodo 2023-2029. Su asunción, en una ceremonia a la que asistió el presidente Andrés Manuel López Obrador, representa el fin de la hegemonía priísta que durante 93 años mantuvo el poder en la entidad más poblada del país.
Gómez Álvarez, cuyo mandato arrancará oficialmente en el primer minuto de este sábado, es la primera mujer en alcanzar esta gubernatura, después de que 73 varones detentaron este encargo desde 1824, cuando se fundó oficialmente el estado de México.
La ex alcaldesa de Texcoco se comprometió a encabezar un gobierno transparente y austero donde no se tolere la corrupción y se ponga fin a los privilegios. Indicó que gobernará para todos los sectores, pero privilegiará atender a los más desprotegidos.
Pasadas las 17 horas, la gobernadora electa entró al Palacio Legislativo de la mano del presidente Andrés Manuel López Obrador, acompañados por el mandatario saliente, Alfredo Del Mazo –a quien el Ejecutivo federal hizo un amplio reconocimiento– así como la presidenta del Congreso local, Azucena Cisneros.
“Llegamos hasta aquí gracias a la voluntad popular expresada por millones de mujeres y hombres el pasado 4 de julio. El pueblo ha hablado fuerte y claro y se ha pronunciado por un cambio profundo, humanitario y democrático que pone fin a un régimen de unos cuantos para dar inicio a un gobierno del pueblo y para el pueblo”, dijo Gómez en seguida de rendir protesta.
“Mi gobierno –continuó-- seguirá el humanismo mexicano, que sintetiza los principios políticos económicos y sociales que impulsa la Cuarta Transformación. Impulsaremos el progreso con justicia social, pluralidad, inclusión, austeridad y sobre todo, humanidad”, señaló la gobernadora.
A esta histórica ceremonia acudieron media docena de gobernadores morenistas, integrantes del gabinete federal y cuatro ex gobernadores mexiquenses que formaron parte del mítico Grupo Atlacomulco (Emilio Chuayffet, Alfredo Baranda, Arturo Montiel y Eruviel Ávila).
Insistió en que la llegada de una mujer a esta gubernatura representa el inicio de la transformación del estado. Prometió encabezar una administración sin privilegios ni corrupción y que todo servidor público se guiará por un decálogo de conducta, y quien no lo cumpla será separado del cargo y sancionado conforme a la ley.
Su administración, apuntó, se centrará en cuatro pilares: la transparencia y rendición de cuentas, la inclusión y el combate a la desigualdad, la construcción de la paz y el desarrollo económico.
Remarcó que encabezará un gobierno de territorio y no de escritorio y anunció que su primer audiencia abierta para escuchar a los mexiquenses será el 11 de octubre en el palacio de gobierno.
Antes de concluir su discurso ante el Congreso, la gobernadora pidió de manera directa al presidente su apoyo para hacer frente al problema de inseguridad y violencia que aqueja al estado.
Más tarde, tras despedirse de López Obrador, caminó hacia el teatro Morelos. Ahí la esperaba la coordinadora de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación, Claudia Sheinbaum, con quien se fundió en un abrazo.
Ahí, ante más de 2 mil invitados, reconoció que se sentía “requetebién”, pese a no haber dormido por la emoción de rendir protesta como gobernadora. “La transformación ya llegó, es tiempo de mujeres”, subrayó. También dijo que “nada nos detendrá en el objetivo de brindar seguridad y bienestar a los mexiquenses” y prometió que no habrá omisiones en la tarea de hacer justicia a las mujeres.