Los Ángeles. La empresa de periódicos más grande de Estados Unidos publicó en su sitio dos ofertas de trabajo inusuales: un reportero especializado en Taylor Swift y otro en Beyoncé.

Gannett Co, que posee más de 200 diarios, reveló estos puestos para USA Today y The Tennessean. La compañía está buscando “narradores modernos” expertos en periodismo impreso, audiovisual y visual, dijo Michael Anastasi, ejecutivo de la compañía.

“Al ver tanto los hechos como la furia, el reportero de Taylor Swift identificará por qué la influencia de la estrella del pop no hace más que expandirse, qué representa su base de fans en la cultura pop y el efecto que tiene en el mundo de la música y los negocios”, apuntó la compañía en la descripción del puesto.

De manera similar, quiere un periodista que pueda captar el efecto de Beyoncé en la sociedad y las industrias en las que opera.

Anastasi señaló que el diario The Tennessee ya cuenta con un equipo musical de tres personas y “nuestra sofisticada cobertura compite contra cualquiera”, manifestó.

Algunos periodistas dijeron que, si bien la contratación de estos puestos específicos enfocados en artistas populares refleja su influencia en la cultura pop, no invierten en periodismo local.

“En un momento en el que se están eliminando tantas noticias serias y reportajes locales, es una decisión sobre la cual plantear algunas interrogantes”, declaró Rick Edmonds, del grupo de expertos en periodismo Poynter Institute, sobre los nuevos puestos.

Criticaron las ofertas de trabajo por presentar el comportamiento de los superfans como un trabajo de tiempo completo.

Si la persona contratada actúa más como un fan que como un periodista, la decisión podría resultar contraproducente para Gannett. Pero si el trabajo se hace bien y los reporteros pueden conseguir información privilegiada, pueden establecerse como autoridades nacionales en materia de figuras culturales importantes.

Los representantes de Swift y Beyoncé no respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios.

Omise’eke Tinsley, académica y autora de Beyoncé in Formation: Remixing Black Feminism, menciona que este tipo de empleos abre espacio para historias más positivas sobre las mujeres negras.

Pero además, añade, la existencia de ambos trabajos refleja directamente el poder económico de Beyoncé y Swift.

No es raro que los periodistas se dediquen a una figura específica, particularmente en la política, como lo demuestra Amy Chozick, a quien el New York Times contrató en 2013 para cubrir exclusivamente a Hillary Clinton. Pero la mayoría de los reporteros de espectáculos son responsables de informar sobre una amplia gama de artistas, incluso si son expertos en la materia de uno en específico.

Ese fue el caso de la reportera Suzy Expósito de Los Angeles Times, quien se autodenominó reportera “no oficial” de Bad Bunny porque pasó una cantidad enorme de tiempo cubriéndolo en comparación con otras prioridades en un trabajo anterior.

“Su producción casi semanal se volvió realmente abrumadora y le quitó la atención a muchos otros artistas que también estaban haciendo trabajos convincentes”, dijo Expósito.

Indicó que un gran desafío para los periodistas de espectáculos y entretenimiento es el gran volumen de lanzamientos de artistas pop. “El negocio de la música es un juego de números”, expuso.

Entonces, ¿son los trabajos específicos para artistas el futuro del periodismo musical?

“Es un poco extraño, pero supongo que se podría llamar Taylor Swift Inc, es un gran motor económico en este momento”, mencionó Eric Grode, director del programa Goldring de Comunicaciones y Periodismo Artístico de la Universidad de Syracuse. “Swift está haciendo muchas cosas de interés periodístico más allá de vender entradas para conciertos”.

Si un reportero se toma en serio su trabajo y ofrece más que una cobertura apasionante de conciertos, su experiencia establecida podría ser valiosa para una organización de noticias, señaló Grode. Aun así, hay muy pocos músicos que tengan un alcance cultural tan amplio.

La probabilidad de que los fans hagan clic en historias sobre Swift o Beyoncé lo convierte en un factor de motivación obvio en el diseño de los nuevos puestos de trabajo, explicó Expósito.

“Los medios digitales ahora compiten con las cuentas de fans en las redes sociales, no en cuanto a precisión, sino en cuanto a ser la primera fuente en informar sobre los desarrollos de las estrellas del pop”, manifestó.

Los mejores artistas priorizan la atención y el trabajo de los reporteros expertos, lo que lleva a lo que la crítica Soraya Roberts ha llamado una “cultura de la homogeneidad”, otra barrera más para la cobertura artística local.

Tinsley cree que las publicaciones en redes sociales que critican el enfoque de estos nuevos puestos de trabajo pueden reflejar una cultura de sexismo.

“Sumar al monumento de figuras y representantes importantes tiene el potencial de crear algo importante”, afirmó. “Creo que algunas de las críticas tienen que ver con lo que valoramos y no como sociedad, y creo que hay una misoginia implícita en ello”.