Roma. La isla siciliana de Lampedusa declaró ayer el estado de emergencia luego de la llegada de más de 5 mil migrantes, a bordo de más de 100 embarcaciones, en sólo 24 horas. La Cruz Roja Italiana alertó sobre las condiciones humanitarias.
Los recién llegados se hacinaban en los muelles del puerto, mientras otros se guarecían a la sombra de un campamento de refugiados cercano. El único centro de acogida de migrantes en la isla, con capacidad para 400 personas, estaba desbordado con más de 6 mil.
La Cruz Roja señaló que hace cuatro días la isla ya había roto el récord de migrantes recibidos en un día con más de 4 mil personas, e instó al gobierno a trasladar a los migrantes al territorio continental para poder mantenerlos en condiciones adecuadas.
Un bebé de cinco meses se ahogó en el naufragio de un barco cerca de Lampedusa la madrugada de ayer, informó la radio estatal Rai. La tragedia ocurrió en plena operación de rescate, cuando la Guardia Costera se disponía a poner en resguardo a los pasajeros. Los migrantes se juntaron en uno de los lados al atisbar el buque que acudía en su auxilio, y fue entonces cuando el recién nacido cayó al agua. La madre, de Guinea, tuvo que ser atendida por sicólogos.
Pese a las promesas del gobierno conservador italiano de que reduciría las llegadas de migrantes y a los acuerdos de la Unión Europea con Túnez para frenar el flujo, el número de personas que emprenden la peligrosa travesía mediterránea sigue en aumento. El verano es a menudo la época de mayor actividad de los contrabandistas, que aprovechan que el mar está menos agitado.
En lo que va de año han llegado más de 115 mil personas por mar a Lampedusa, casi el doble de las 63 mil en el mismo periodo del año pasado, según estadísticas del Ministerio del Interior.