Los niños –que representan sólo un tercio de la población mundial– componen más de la mitad de la población en situación de pobreza extrema y carecen de alimentación, saneamiento, vivienda, atención médica y la educación que necesitan, revela un nuevo informe.
Uno de cada seis niños del mundo, es decir, 333 millones, viven en pobreza extrema, con menos de 2.15 dólares al día, advierte un nuevo estudio conjunto del Fondo de la Organización de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y el Banco Mundial (BM).
Ambas instituciones afirmaron que los menores de edad son los más perjudicados por el estancamiento en el combate a la pobreza extrema y cifraron en tres los años perdidos en esa batalla debido a la pandemia de covid-19.
En vísperas del Segmento de Alto Nivel de la Asamblea General de la ONU, a celebrarse la próxima semana en Nueva York, la publicación advierte que de mantenerse el ritmo actual no se cumplirá con el objetivo de desarrollo sostenible de poner fin en 2030 a la pobreza infantil extrema.
El análisis destaca que si bien el número de niños que viven con menos de 2.15 dólares al día disminuyó de 383 millones en 2013 a 333 millones en 2022, una reducción de 13 por ciento, el impacto económico de la pandemia provocó la pérdida de tres años de progreso, o 30 millones de niños que hubieran mejorado sus vidas si no se hubiera presentado esa emergencia sanitaria.
La directora ejecutiva de Unicef, Catherine Russell, indicó que “se deben redoblar los esfuerzos para garantizar que todos los niños tengan acceso a servicios esenciales, incluidos educación, nutrición, atención sanitaria y protección social, abordando al mismo tiempo las causas profundas de la pobreza extrema”.
El director de la división del Banco Mundial sobre pobreza y equidad, Luis Felipe López Calva, destacó que un mundo con 333 millones de niños en pobreza extrema y privados de las necesidades básicas “es simplemente intolerable” y agregó que el informe debería ser un recordatorio que no hay tiempo que perder en la lucha contra la pobreza y la desigualdad, y que los niños deben estar en primer lugar en todos los esfuerzos que se hagan en esa dirección.
El informe señala que África subsahariana es la región del mundo con la mayor cantidad de niños en pobreza extrema (con 40 por ciento) y con excepción de Oriente Medio y el Norte de África, las demás regiones del mundo han registrado una reducción constante.
Entre los puntos que plantea para erradicar la pobreza extrema infantil, sugiere enfocar los esfuerzos en los niños que viven la situación en países de renta baja y baja media y en contextos frágiles o inestables; ampliar la cobertura de protección social, con el fin de que llegue a los niños que viven en hogares extremadamente marginales; aumentar el acceso a las prestaciones infantiles universales; programas de protección social inclusivos, teniendo en cuenta la discapacidad y las necesidades específicas de género, entre otros aspectos.