El paquete económico propuesto para 2024 alivia el estrés de Petróleos Mexicanos (Pemex) para tener liquidez con qué pagar sus vencimientos de deuda, pero los fundamentales crediticios de la compañía siguen siendo débiles y así se espera que sigan los próximos tres años, a medida que aumenta la producción de la petrolera con una limitada capacidad de inversión de capital, altos vencimientos de deuda y precios volátiles del petróleo, explicó Moody’s.
La calificadora de riesgo –que tiene a Pemex con una calificación de B1 con perspectiva negativa–, refirió que los 145 mil millones de pesos en aportaciones de capital, que se espera haga el gobierno a la compañía; sumados a la reducción en la tasa impositiva por el derecho de utilidad compartida, que se propone pasar de 40 a 35 por ciento, parecen apoyos suficientes para que la petrolera cubra sus vencimientos por 11 mil 200 millones de dólares el próximo año.
“Estas medidas ayudarán a la compañía a pagar su deuda durante 2024, evitando un incumplimiento, pero no abordan las presiones estructurales de liquidez de Pemex”, enfatizó Moody’s. Una reducción nominal de alrededor de un tercio en el gasto, lo que abarca inversiones relacionadas con la producción y el mantenimiento de petróleo crudo, gas, petróleo y petroquímicos, también erosionará el nivel futuro de producción y reservas de la compañía.
La calificadora de riesgo estima que si el paquete económico del próximo año se aprueba según lo propuesto, Pemex podrá registrar un flujo de caja libre negativo de 4 mil 400 millones de dólares, por debajo de la estimación original de la firma de riesgo, que era de 5 mil 400 millones de dólares. “Ese déficit podría abordarse mediante un endeudamiento adicional”.
Hacienda propone aprobar a Pemex un techo de deuda externa por 3 mil 700 millones de dólares y un techo de deuda interna de 7 mil 800 millones de dólares, montos que Moody’s prevé se pueden usar para financiar pagos a proveedores. Debido a que no se ven cambios fundamentales en la estrategia de negocios, la calificadora estima que la generación de flujo de efectivo y las métricas crediticias de la compañía se mantendrán débiles, y a la próxima administración le resultará más caro repetir el nivel de apoyo.