El costo de la gasolina le metió presión a los precios al consumidor de Estados Unidos, con más de la mitad del aumento mensual en agosto.

El índice de precios al consumidor de Estados Unidos, principal socio comercial de México, registró una variación mensual de 0.6 por ciento en agosto, con respecto a julio, por lo que la inflación anual se ubicó en 3.7 por ciento. Los economistas encuestados esperaban aumentos de 0.6 y de 3.6 por ciento, respectivamente, contra el 3.2 por ciento anual previo.

La cifra de inflación publicada por la Oficina de Estadísticas Laborales mostró que la batalla contra la inflación en Estados Unidos no está ganada.

Los energéticos metieron presión en los precios en Estados Unidos, ya que de manera mensual la gasolina aumentó 10.6 por ciento; el concepto de energía aumentó 5.6 por ciento mensual. Así, los precios al consumidor se han vuelto a disparar en Estados Unidos durante el verano.

Por su parte, la inflación subyacente, que sirve para determinar la trayectoria de la inflación en el mediano y largo plazos, pero también excluye bienes volátiles como energéticos y alimentos, avanzó a un ritmo mensual más rápido de lo esperado, por lo que dejó abierta la puerta a aumentos adicionales en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal (Fed) antes de que termine 2023.

Ante un dato mixto de inflación en Estados Unidos, donde la gasolina y el petróleo presionaron, pero alimentos y servicios presentaron bajas, los mercados financieros se mostraron cautelosos, mientras el dólar se debilitó.

Ante estos números, la Reserva Federal (Fed) tiene claro que la inflación se mantiene elevada y que el camino hacia el anhelado 2 por ciento de estabilidad de precios se hace más largo, pues aunque va en la dirección correcta, también sigue estando muy por encima de lo deseado por el banco central, que ha subido las tasas de interés al mayor ritmo en cuatro décadas para tratar de evitar que las subidas de precios descarrilen la economía. Para la próxima semana, el mercado espera que la Fed no eleve tasas, pero la moneda está en el aire para noviembre.

Reacción mixta

El peso mexicano siguió reduciendo sus pérdidas pasadas y continuó ganando terreno frente al dólar. La moneda mexicana se apreció 0.58 por ciento, para cerrar ayer en 17.1494 unidades por dólar spot. En tres sesiones de ganancias consecutivas, la moneda mexicana ganó 46 centavos al dólar.

De acuerdo con datos del Banco de México, el tipo de cambio operó entre un máximo de 17.1610 unidades y un mínimo de 17.0890 unidades.

A diferencia de lo que sucede con el mercado cambiario en México, el mercado accionario acumuló tres sesiones a la baja.

El Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) de la Bolsa Mexicana de Valores retrocedió este miércoles 0.65 por ciento, para cerrar en 51 mil 522.18 unidades, niveles no vistos desde principios de 2023. En mayo, el principal índice accionario mexicano llegó a tocar los 55 mil 500 puntos.

En Wall Street, por su parte, hubo un cierre mixto. El Nasdaq y el S&P 500 se animaron y ganaron 0.29 y 0.12 por ciento, respectivamente, mientras el Dow Jones cayó 0.20 por ciento.

Los precios del petróleo bajaron ayer, después de haber tocado un máximo de 10 meses, debido a que la sorprendente acumulación de inventarios de crudo en Estados Unidos contrarrestó las expectativas de escasez para el resto del año.

Los futuros del Brent bajaron 18 centavos, a 91.88 dólares el barril. El crudo estadunidense West Texas Intermediate (WTI) bajó 32 centavos, a 88.52 dólares. La mezcla mexicana cerró en 85.24 dólares.