Madrid. Tras el desprendimiento del iceberg A-81 –de mil 500 kilómetros cuadrados– a finales de enero de 2023, la plataforma de hielo Brunt se está moviendo más rápido que antes.
En la actualidad se mueve unos 4 metros por día hacia el mar, mientras antes del desprendiemiento lo hacía a una media de entre uno y 2.5 metros. Las observaciones se presentaron esta semana por el BAS (British Antarctic Survey) a la revista The Cryosphere.
La Brunt es una de las plataformas de hielo más estudiadas del mundo. Su estructura glaciológica es compleja y el impacto de los desprendimientos es a menudo impredecible. Los investigadores consideran que el cambio climático no ha tenido un papel significativo en la reciente aceleración de ese trozo helado.
Se ha acelerado debido a la pérdida de su conexión con el fondo marino en una zona conocida como McDonald Ice Rumples, tras el desprendimiento del iceberg A-81. Esta conexión ayudó a estabilizar la plataforma de hielo durante la mayor parte de los pasados 67 años desde que fue ocupada e instrumentada por primera vez. Ahora se está moviendo a un ritmo que de manera normal sólo se mide en plataformas de hielo alimentadas por glaciares de salida de flujo excepcionalmente rápido, como el Thwaites en la Antártida occidental.
Los científicos del BAS observan de cerca la situación utilizando equipos GPS desplegados en el hielo y datos satelitales. La información de seguimiento se utiliza para ayudar en la planificación operativa en la Estación de Investigación Halley, situada en la parte más estable de Brunt, a 20 kilómetros del nuevo frente de hielo. En 2016, tomaron la precaución de reubicar la central de investigación 23 kilómetros tierra adentro de la fisura (Abismo-1) que finalmente provocó el desprendimiento del iceberg A-81, después de que comenzó a ensancharse.
Comenzarán temporada de campo en noviembre
Halley permanece cerrada durante el invierno antártico y actualmente no hay personal. Los equipos de operaciones de BAS planean una temporada de campo de rutina en la estación con un equipo de 40 personas que volarán a la plataforma de hielo Brunt en noviembre. Pasarán la temporada manteniendo los suministros de energía y tendrán en funcionamiento de manera remota durante el invierno las instalaciones en los que se hacen los experimentos científicos. Su trabajo continuará hasta que sean recogidos por aviones en febrero de 2024.
Dominic Hodgson, glaciólogo de BAS, parte del equipo científico que ha estado estudiando la plataforma de hielo Brunt durante más de una década, en un comunicado explicó: “es una situación dinámica. Esperábamos que la plataforma respondiera al desprendimiento del A-81. Estamos vigilando la aceleración y llevando a cabo más experimentos para determinar si restablecerá el contacto con el fondo del mar y cuándo. Esto se evidenciará mediante una estabilización o disminución de la velocidad, que podremos registrar en tiempo real. Nuestros equipos científicos y de operaciones continúan observando la plataforma a fin de garantizar que sea segura y mantener la entrega de la ciencia que llevamos a cabo en Halley”.