Buenos Aires. La policía federal argentina clausuró una distribuidora de libros que ensalzaban la ideología nazi, secuestró cientos de textos y detuvo a un hombre en el marco de lo que calificó de la mayor incautación de ese tipo de material ejecutada en el país.
El operativo, del que se informó el miércoles, se concretó la víspera tras la irrupción policial en una vivienda situada en la localidad de San Isidro, al norte de Buenos Aires, donde se imprimía el material, luego de una investigación de dos años que se originó a partir de una denuncia presentada por la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentina (DAIA).
El argentino detenido en el inmueble fue identificado como Pablo Giorgetti, acusado de violar la Ley Antidiscriminatoria N° 23.592 y señalado como el presunto responsable de Librería Argentina, denunciada por la DAIA al percatarse del tipo de libros que ofrecía en sitios de venta online.
Los detectives federales lograron el secuestro de diversos dispositivos electrónicos y de impresión, así como gran cantidad de material propagandístico del régimen nacional socialista nazi.
Encontraron libros listos para ser distribuidos con imágenes de cruces esvásticas, cruces de hierro y otros elementos relacionados con ese régimen, precisó la Superintendencia de Investigaciones Federales de la Policía Federal Argentina.
Uno de los libros que fue secuestrado es Mi Lucha, escrito por el líder nazi Adolf Hitler, en el que expuso sus pensamientos antisemitas.
Carlos Ñamandu, comisario mayor de la policía federal, dijo a periodistas que la justicia y la policía logró un “secuestro histórico” de material nazi en Argentina consistente en cerca de 230 libros y unas 150 cubiertas.
El comisario explicó que el material se ofrecía en sitios de venta online “como Mercado Libre” y otros similares a través de un vendedor de alta categoría por sus numerosas ventas y los libros gozaban de “un alto grado de consulta y consumo”.
“Esta es una primera etapa de la investigación; lo primero que se hizo fue cortar el canal de venta y distribución. Y se sigue con una segunda etapa. La ley pena no solo al que fabrica, sino al que consume y vamos por más”, dijo Ñamandu.
El jefe policial acotó que la ley argentina contempla penas de cárcel de distinto rango para este tipo de actividades.
Los allanamientos fueron coordinados a través del Departamento Unidad de Investigación Antiterrorista de la superintendencia policial, en el marco de una causa de la que está a cargo el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N°1 de San Isidro.