Santiago. El Compromiso de Santiago firmado por México, Uruguay, Bolivia, Chile y Colombia es una reivindicación de la vigencia de las instituciones democráticas frente al avance de la derecha y la ultraderecha en Europa y en América del Sur, aseveró el presidente colombiano, Gustavo Petro.
En entrevista colectiva en el contexto de la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado en Chile, Petro subrayó que “los miedos y la mentira son los dos pilares de la extrema derecha. La política construida sobre el temor hace que sectores amplios de la sociedad, clases medias incluso, corran hacia la extrema derecha presionada por el miedo. El miedo al cambio”.
La defensa de la democracia es un principio básico, porque “éste es un proceso que siempre tiene que profundizarse. La democracia no es una estructura de poder, es determinada de acuerdo a cómo se fundó la democracia en el mundo”.
A pregunta expresa sobre los riesgos en las instituciones democráticas latinoamericanas en los países, el mandatario colombiano dijo que esta carta es un intento de adelantarse a estos movimientos de ultraderecha que están surgiendo.
–¿Ve riesgo del regreso de gobiernos antidemocráticos?
–Observo el riesgo de extremas derechas que van ascendiendo en el mundo. No solamente es un problema regional. Hay una destrucción democrática en el mundo, precisamente por las tensiones que acarrea la nueva realidad .
Por ello, aseveró que una propuesta progresista alrededor de la crisis climática es indispensable.
“Tiene que ver con decirle a todas las sociedades del mundo que es posible construir una prosperidad social descarbonizada. Es una nueva manera de entender el progreso, no el viejo. Es otra forma de entender la riqueza, no en su viejo concepto.
–¿Van a impulsar que haya unacumbre, entiendo, de jefes de Estado para tratar ya el tema?
–Sí, ya tienen idea de cuándo podría ser. Hay un debate. Queríamos abrirlo. Hay fuerzas también muy conservadoras alrededor de este tema. Partir de reconocer que fracasó la estrategia llamada “guerra contra las drogas”, la cual comenzó hace 50 años, y que sólo está dejando muertos en América Latina. “Víctimas somos de una estrategia ya fracasada.”