Douzrou. Las operaciones de rescate continuaron ayer en Marruecos, más de 72 horas después del devastador terremoto que dejó más de 2 mil 900 muertos y 5 mil 530 heridos, pero las esperanzas de encontrar más sobrevivientes se agotan con el paso de las horas.
El rey Mohamed VI de Marruecos visitó a los heridos en un hospital de Marrakech, donde donó sangre, según la agencia oficial de noticias MAP.
La Cruz Roja lanzó un llamado para obtener fondos por 100 millones de euros para apoyar las operaciones de socorro.
Unos 100 mil niños se han visto afectados por el terremoto, sector que representa casi un tercio de la población, informó el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia.
Las aldeas más cercanas al epicentro del terremoto permanecen inaccesibles debido a los desprendimientos de rocas. En algunas de ellas, sin salida al mar, los helicópteros van y vienen para sacar heridos y entregar alimentos, según la agencia Afp.