Ciudad Juárez, Chih., La activista Gloria Cañez Chávez, defensora de los derechos de los rarámuris, y su hija Sali Avella Cañez, de 63 y 23 años de edad, respectivamente, fueron asesinadas con más de 50 disparos en la comunidad de Yerbabuena, municipio de Balleza, informó el fiscal de Chihuahua, César Jáuregui Moreno.
En 2014 el esposo de Cañez Chávez, José Rubén Avella Molina, también defensor de la tierra, fue ultimado en la localidad de Casita, ubicada en la carretera que conduce de Guadalupe y Calvo a Parral.
Jáuregui Moreno afirmó que los sicarios son miembros de un grupo criminal que opera en esa región de la sierra y explota los bosques de Balleza; los crímenes fueron perpetrados el sábado, pero apenas ayer las víctimas fueron identificadas.
Detalló que se investiga lo relativo a un nuevo permiso “que se dio para explotar los predios donde había conflictos sobre la propiedad y el control de la tala; parece ser que había algunas denuncias de comunidades relacionadas con disputas que ella tenía. Estamos viendo de qué tipo eran”.
En entrevista colectiva, el fiscal reveló que “se trata de un problema forestal; la persona que fue asesinada con su hija tenía intereses en una nueva autorización, que se dio para explotar los dos predios”.
En tanto, habitantes y familiares de la activista señalaron que como parte de la lucha para recuperar la tierra en beneficio de los rarámuris, el año pasado un juez le otorgó una resolución para explotar el bosque; sin embargo, los ejidos de San Carlos y Guajolotes disputaban las mismas tierras.
Una de las mujeres cercanas a Gloria Cañez declaró que se buscaba recuperar la tierra para que la gente trabajadora, indígenas en su mayoría, cambiaran su situación al recuperar predios ocupados por los caciques chabochis.
La mañana del domingo, la Fiscalía de Distrito Zona Sur reportó el hallazgo de dos cadáveres junto a un camino vecinal con múltiples impactos de arma de fuego.
Gloria Cañez y Sally Avella fueron identificadas por sus familiares en la escena del crimen. El personal de la Unidad de Servicios Periciales recolectó 51 casquillos percutidos de calibres .223, 7.62 y .40.
Habitantes del poblado de Yerbitas recordaron que desde hacía 30 años Cañez Chávez colaboraba con las comunidades rarámuris para solucionar problemas de tierras, que fueron propiedad de la familia de la activista y de los indígenas que han habitado por mucho tiempo ese lugar.
Ayer, en la capilla Paz Eterna de la funeraria Cárdenas, en la ciudad de Parral, familiares y amigos velaron los cuerpos de madre e hija.
José Rubén Avella Molina, esposo de Gloria Cañez, fue asesinado en 2014 después de que enfrentó un proceso penal por haber matado a balazos a dos hombres a causa de un conflicto por la posesión de predios.
Según archivos de la fiscalía estatal, el 7 de julio de 2010 Avella Molina, junto con su cuñado Felipe Cañez Chávez, privó a de la vida a Carmelo Herrera Escárcega y Manuel Herrera Escárcega en un camino de terracería que comunica El Vergel con Balleza, a la altura del poblado Los Guajolotes.