El primer gobierno socialista elegido por la vía democrática en Chile, encabezado por Salvador Allende, duró menos de tres años. El martes 11 de septiembre de 1973 (hace 50 años), el jefe del Ejército de ese país, Augusto Pinochet, dirigió un violento golpe de Estado que le arrebató el poder al presidente de esa nación.
Tras esta acción militar, Chile padeció persecuciones, allanamientos, detenciones arbitrarias, torturas y asesinatos durante los 17 años de la dictadura de Pinochet (1973-1990), periodo en el que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos estima que hubo entre 3 mil 300 y 10 mil personas asesinadas y desaparecidas, así como 40 mil torturadas y 250 mil exiliadas.
Así lo señaló el director del Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe de la UNAM, Rubén Ruiz Guerra, al asegurar que este golpe de Estado primero trajo dolor, terror, desarraigo y muerte, así como la cancelación de los procesos democráticos ininterrumpidos a lo largo de 42 años en aquella nación, además del férreo con-trol de la prensa, la radio y la ruptura del tejido social.
“Es necesario subrayar que el golpe de Estado en Chile fue ejecutado por los militares chilenos, sí, pero con el apoyo ideológico y económico del gobierno estadunidense”, aclaró el investigador de la UNAM en un artículo especial dedicado a Salvador Allende en la gaceta universitaria bajo el título “50 años: Golpe militar en Chile”.
Por su parte, la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) inició ayer una serie de actividades conmemorativas del 50 aniversario de la institución y del golpe de Estado en Chile. En la ceremonia, Javier Soria López, rector de la unidad Xochimilco, planteó la necesidad de promover una cultura de paz y un mundo donde las comunidades avancen a partir del diálogo.