Las concesiones de agua otorgadas por la Comisión Nacional del Agua (Conagua) en el área natural protegida Cuatro Ciénegas crecieron 400 por ciento en 25 años, al pasar de 22 millones de metros cúbicos a 88 millones hasta el año pasado, sin contar las extracciones ilegales, que pueden ser cuantiosas, de acuerdo con estimaciones independientes, indica el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA).
Esto sucede a pesar de que se trata de un ecosistema único en el mundo que, sin embargo, desde hace 38 años ha perdido 40 por ciento de la superficie de pozas y lagunas.
Ya desaparecieron 25 lagunas de manera irremediable, entre éstas el Churince, el cuerpo de agua superficial más importante de la región, señala Agustín Breña en el reporte Plan y acciones para la recuperación del Área Natural Protegida de Cuatro Ciénegas.
Detalla que Cuatro Ciénegas es uno de los humedales más importantes en México por su rica biodiversidad y debido a que es un ecosistema que depende del agua subterránea y su vasta red hidrográfica a lo largo de su territorio.
En sus 84 mil hectáreas aún coexisten fósiles con especies vivas, como peces y caracoles, además de contar con un sistema de pozas y lagunas interconectadas por arroyos y canales naturales.
Breña sostiene que el deterioro del área se debe en gran medida a la pérdida de entrada de flujo de agua en la red hidrográfica del valle, donde el abatimiento de las pozas superficiales interrumpe la conectividad hidrológica, de esta manera crece el riesgo de contaminación de las aguas superficiales y de que haya un exceso de nutrientes inorgánicos que causan efectos adversos en el acuífero.
Además, estima que la recuperación del sistema hidrológico de Cuatro Ciénegas debe basarse en estrategias como el funcionamiento de los flujos regionales de agua subterránea.
Indica que es conocido el déficit de disponibilidad hídrica en los tres principales acuíferos del municipio de Cuatro Ciénegas (Cuatro Ciénegas, Cuatro Ciénegas-Ocampo y El Hundido). Sin embargo, no hay una actualización que permita determinar si el abatimiento en los niveles de los dos últimos acuíferos puede afectar la recarga en el valle y con ello evitar la recuperación del acuífero local.
Menciona que se deben medir los flujos y almacenamientos de cuerpos de agua superficial, ya que los estudios de disponibilidad hídrica permiten conocer de manera general si un acuífero se encuentra en equilibrio o no. Para el caso del de Cuatro Ciénegas, se deben conocer los niveles en pozas, así como de los flujos de entrada y salida en sus canales principales.
Considera que también se debe conocer la situación previa y actual del sistema hidrológico y de su nexo con la salud de los ecosistemas de Cuatro Ciénegas, para lo cual se deben conocer variables como el almacenamiento hídrico, la superficie de cuerpos de agua, la severidad y magnitud de la sequía, así como la salud de la vegetación de los ecosistemas y cultivos dentro del polígono analizado.