Pese a los avances concretados los años recientes, las personas trabajadoras del hogar aún padecen condiciones desfavorables. Su ingreso promedio es de 4 mil 478 pesos, y en la Ciudad de México de 5 mil 107; de cada 100, 98 prestan sus servicios sin contrato, sólo 36 de cada 100 cuentan con aguinaldo o vacaciones y cuatro de cada 100 tienen acceso a servicios de salud.
Ante los retos, el observatorio económico México, ¿Cómo vamos? (MCV) y el Centro Nacional para la Capacitación Profesional y Liderazgo de las Empleadas Del Hogar (CACEH) suscribieron un convenio de colaboración para contribuir a mejorar sus condiciones laborales, mejorar salarios, promover la contratación formal con seguridad social y sin discriminación.
Asimismo, “MCV y CACEH se alían para estudiar el mercado laboral e incidir en la agenda pública promoviendo los derechos de las personas trabajadoras del hogar; así como para la creación de recursos visuales y educativos y la capacitación en la generación y el análisis de datos en la materia”.
Según la Encuesta Nacional deOcupación y Empleo, a junio de 2023, México tiene 2.3 millones de trabajadores del hogar; de quienes, 2 millones 125 mil 570 son mujeres.
En 2000, ellas empezaron a organizarse para defender sus derechos y visibilizar su trabajo. Desde entonces, han logrado “avances importantes”: en julio de 2019 se publicaron en el Diario Oficial de la Federación (DOF) las reformas al capítulo XIII de la Ley Federal del Trabajo (LFT), que reconocen sus derechos laborales: contrato de trabajo por escrito, salario justo, jornada de trabajo, no discriminación, vacaciones, aguinaldo y seguridad social.
En julio de 2020 el Estado mexicano depositó ante la Organización Internacional del Trabajo el Convenio 189 para su ratificación, y entró en vigor un año después.
En noviembre de 2022 se publicó en el DOF, el capítulo XI de la Ley del Seguro Social, en materia de trabajadoras del hogar. A partir de enero de 2021 se cumple con lo establecido en el artículo 335 de la LFT, que fija las percepciones mínimas para el sector. Esto se une a la ratificación del Convenio 190 de la OIT.
En julio de 2022 se da visto bueno a un instrumento para eliminar la violencia y el acoso en sus lugares de trabajo: la casa de sus empleadores.
