Para hacer realidad en el país la electromovilidad, como se le conoce al uso de vehículos eléctricos, es necesario contar con políticas públicas que reduzcan la desigualdad de movilidad que tiene la población y una alternativa es priorizar las flotillas de transporte público eléctrico, consideró Laura Barrera, directora general de Intertraficc México.
La directiva comentó en entrevista que la nación enfrenta muchos retos en materia de electromovilidad, pero desde una perspectiva socioeconómica al cuestionar cuándo se hará realidad el uso de vehículos eléctricos se debe tomar en cuenta que “tenemos una desigualdad tremenda”.
Explicó que mientras familias de Chihuahua cuentan hasta tres automóviles por familia, en la Ciudad de México y su Área Metropolitana es diferente la situación porque la mayoría utiliza transporte público.
Subrayó que desde Intertraficc se considera que “cada ser humano tiene derecho a la movilidad, una movilidad digna y segura”, por lo que “el primer paso hacia la electromovilidad sería pensar en el transporte público”.
Apuntó que en México ya hay ejemplos, como es el caso de una línea de Metrobús de la capital mexicana, así como el transporte público en Guadalajara, Jalisco, o Monterrey, Nuevo León.
Todavía tiene este tipo de concesión del que llamamos como microbuses, no?
Comentó que “hay un reto tremendo de cuándo se va a hacer esa transición hacia un modelo eléctrico”, el cual implica regulación, infraestructura viable para que las unidades se vuelvan eléctricas, así como incentivos.
“Cuando tú hablas de la electro movilidad, tienes que hablar de un Plan de Desarrollo Urbano”, dijo. Comentó que para que la población de vuelva a la electromovilidad, es necesario que el gobierno apoye con infraestructura, pero también políticas que desincentiven el uso del automóvil que utiliza combustibles fósiles.
Explicó que en otros países se ha tenido un gran avance debido a los incentivos que los gobiernos han puesto en práctica, como es el caso de Europa, donde “la mayoría usa mucho transporte público, que es mayormente metro o tranvía, pues son eléctricos”.
Apuntó que el uso de transporte público eléctrico en grandes ciudades se hace en la última milla, pues los ciudadanos utilizan sus autos para acercarse a las periferias y usan otras alternativas para acercarse al centro de las urbes.
Mencionó que a través de políticas públicas se ha ido desentonando el uso del auto en la Ciudad de México, pues se han quitado carriles a las avenidas para dar espacio al transporte público o micro movilidad, como las bicicletas o scooters.
Recordó que en la capital mexicana más del 60 por ciento de la población de mueve en transporte público, mientras que solo 35 por ciento en automóviles particulares.
“Ya estamos avanzando y que bueno que los gobiernos de alguna manera ya están invirtiendo en renovar flotillas eléctricas, vamos por buen camino, aún así no podemos perder de vista que falta infraestructura y falta cantidad de unidades, hay horas pico y todavía es insuficiente para la gente”, dijo.
Anotó que la electromovilidad es necesaria dado que se estima que para 2050, hasta el 77 por ciento de la población mundial se va a concentrar en las grandes ciudades, entonces va a haber una sobrepoblación porque porque la gente va a querer tener cercas hospitales, escuelas y se necesita buena infraestructura.
No obstante, comentó que en México ya existen algunos incentivos atractivos para vehículos eléctricos particulares, como el 20 por ciento de descuento en casetas de cobro, tarifa preferencial de electricidad para las estaciones de recarga domiciliaria, instalación gratuita de medidores de estaciones de recargado domiciliaria, exención del ISAN, no se paga tenencia en algunos estados, se puede deducir tu vehículo hasta por 250 mil pesos, entre otros. Aunque comentó que para el caso de concesionario de transporte público es más complejo.