Washington. China se enfrenta a importantes problemas económicos que es más probable que afecten a la región que a Estados Unidos, sostuvo este lunes el subsecretario del Tesoro estadunidense, Wally Adeyemo, un día después de que el presidente Joe Biden calificara la situación económica de China como una “crisis”.
Pekín cuenta con los recursos necesarios para ocuparse de su economía a corto plazo, pero debe hacer frente a problemas estructurales a más largo periodo, como la demografía y el elevado endeudamiento, explicó Adeyemo en una entrevista con la CNN.
“Para ellos será mucho más difícil hacer frente a estos problemas a largo plazo”, afirmó.
Problemas en el sector inmobiliario
El mandatario estadunidense dijo el pasado domingo que el crecimiento chino se está desacelerando debido a la debilidad de la economía mundial y a las políticas chinas, aunque no citó temas concretos. Señaló los problemas de China con el sector inmobiliario y el elevado desempleo juvenil.
Adeyemo declaró a la CNN que, aunque algunas de las decisiones particulares chinas afectarán a determinadas empresas concretas, “cuando se observa la economía, Estados Unidos tiene cierta exposición, pero es limitada.
“Una ralentización de la economía china tendrá un impacto, pero sobre todo en sus vecinos”, añadió.
El enfriamiento de la moneda estadunidense de este lunes vino de la mano de una mejor expectativa en torno a la economía de China que también mejora las perspectivas monetarias, de acuerdo con analistas.
Una de las razones que debilitó al dólar es una mejor expectativa en torno a la economía de China que también mejora las perspectivas monetarias. En el país asiático “se publicaron los datos de crédito de agosto, los cuales muestran que las recientes medidas del gobierno podrían estar impulsando el sector inmobiliario”, declaró Gabriela Siller, jefa de análisis de la firma Banco Base.
A esto se suma que en días recientes, el índice de precios al consumo (IPC) en China remontó en agosto y permitió a la segunda economía mundial salir de la deflación (disminución de los precios de bienes y servicios), a pesar de una débil demanda interna que complica la recuperación. El principal indicador de la inflación se situó en agosto en 0.1 por ciento anual, informó el sábado la Oficina Nacional de Estadísticas.